Tokio convocará a la comisión conjunta Japón-EEUU tras la violación de una mujer por soldados norteamericanos

EUROPA PRESS 18/10/2012 08:44

Morimoto hizo estas declaraciones en respuesta a un requerimiento del gobernador de la prefectura de Okinawa, Hirokazu Nakaima, quien ayer miércoles pidió en Tokio al ministro que exija a Estados Unidos su colaboración en la investigación del incidente y el aumento de la disciplina entre los 26.000 efectivos que tiene destinados en el país asiático.

Según la cadena de televisión estatal NHK, el ministro respondió que el Gobierno está "gravemente preocupado" por estos actos inhumanos, que "no deben tolerarse", y admitió que Estados Unidos no toma las medidas adecuadas para impedir estos incidentes.

La población local ha protestado en varias ocasiones por la continuidad de la base militar en esta isla, por considerar la un atentado a su soberanía. La última manifestación se produjo el pasado 4 de octubre.

El portavoz del Gobierno japonés, Osamu Fujimura, ha calificado este último incidente de "totalmente inaceptable". "Se les ha pedido que aumenten las medidas disciplinarias e impidan que estas cosas vuelvan a pasar", ha indicado Fujimura. Por su parte, el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, ha indicado a los periodistas que "estas cosas no deberían volver a pasar".

LAS VIOLACIONES

En 1995, una niña de 12 años fue violada por tres soldados estadounidenses, lo que provocó fuertes reacciones en contra de Estados Unidos. La última violación se produjo el martes y los soldados fueron detenidos en la madrugada de ese mismo día. En un comunicado, el embajador norteamericano, John Roos, ha señalado la "extrema preocupación por las recientes acusaciones de mala conducta" por parte de dos agentes del servicio estadounidense.

"Estamos dispuestos a cooperar totalmente con las autoridades japonesas en su investigación", ha señalado en la nota, según medios locales. Las autoridades japonesas han presentado una queja formal y han pedido que se apliquen estrictas medidas disciplinarias.

Los habitantes de la isla, en el sur de Japón, protestan por la presencia de tropas extranjeras en la zona y por lo que consideran un trato preferencial para los soldados norteamericanos. Las autoridades estadounidenses ya han acordado con Tokio que trasladarán la base actual a una zona en la misma isla de Okinawa, pero más alejada de los núcleos urbanos japoneses. Sin embargo, las protestas no se han aplacado.