Un juez autoriza la operación de cambio de sexo a un condenado a cadena perpetua

INFORMATIVOS TELECINCO 05/09/2012 14:28

El juez Mark Wolf determinó que Michelle Kosilek, nacida con el nombre Robert Kosilek, pueda someterse a una operación de reasignación de sexo, según publicó el portal estadounidense 'NewSer'.

Kosilek estranguló a su mujer en 1990 y dejó el cuerpo abandonado dentro de un coche en un centro comercial de Massachusetts, después huyó a Nueva York, donde fue arrestado por la policía.

Tres años después del asesinato un tribunal de Massachusetts lo condenó a cadena perpetua por homicidio en primer grado en una prisión del estado, donde comenzó un tratamiento hormonal para cambiarse de sexo.

Kosilek demandó por primera vez al estado al Departamento de Corrección de Massachusetts hace 12 años y este mismo juez reconoció su derecho a realizar los tratamientos pertinentes para su cambio de sexo.

La transexual volvió a demandar en 2005, argumentando de que la cirugía es una necesidad médica, que el tribunal ha aceptado.

Los funcionarios de prisiones han alegado los riesgos para la seguridad de Kosilek si se somete a una cirugía que lo convertiría en el blanco de agresiones sexuales por parte de otros internos.

El juez rechazó estas argumentaciones explicando que le corresponde a los funcionarios de prisiones decidir cómo y dónde Kosilek cumpliría su condena después de la cirugía.

Massachusetts taxpayers are officially on the hook for a transgender murderer's sex-reassignment surgery. US District Judge Mark Wolf today ruled in the case of Michelle Kosilek, who was born as a man but has received hormone treatments and lives as a woman in an all-male prison. Robert Kosilek was convicted of murder in the killing of his wife in 1990. Wolf is believed to be the first federal judge to order prison officials to provide the surgery for a transgender inmate. Kosilek first sued the Massachusetts Department of Correction 12 years ago. Two years later, Wolf ruled that Kosilek was entitled to treatment for gender-identity disorder, but stopped short of ordering surgery. Kosilek sued again in 2005, arguing that the surgery is a medical necessity. In his ruling, Wolf found that surgery is the "only adequate treatment" for Kosilek's "serious medical need." Prison officials have repeatedly cited security risks in the case, saying that allowing her to have the surgery would make her a target for sexual assaults by other inmates. Wolf said it is up to prison officials to decide how and where to house Kosilek after the surgery.