Según informa el diario Daily Mail, Karla cuenta que fue captada por la red de tráfico de mujeres cuando sólo tenía 12 años. Un hombre se acercó a ella mientras esperaba al metro en Ciudad de México y la convenció de que se fuera con él con buenas palabras. Se intercambiaron los teléfonos y comenzaron a salir.
La joven cuenta que estaba alucinada con los lujos y el nivel de vida que le ofrecían así que se fugó con él. “Vivimos juntos tres meses durante los que me trataron muy bien”, afirma, “me amaba, me compraba ropa, zapatos, flores… Todo era hermoso”.
Karla comenzó a sospechar que algo no iba bien porque cada día llegaban chicas nuevas a la casa donde vivían y el hombre le terminó confesando que eran ‘chulos’. Entonces comenzó su pesadilla. La aleccionaron sobre las posturas que tenía que adoptar, cómo tenía que tratar a los clientes y comenzó a trabajar como prostituta en Guadalajara.
“Empezábamos a las 10 de la mañana hasta la media noche”, afirma, “veinte servicios por día durante una semana, echa las cuentas”. Karla afirma que llegó a tratar con 30 clientes al día, además de sufrir abusos por parte de su proxeneta que la dejó embarazada.
Incluso cuenta como la policía las chantajeaba y las amenazaba con que mandarían vídeos a sus familias para que vieran lo que hacían. “Sabían que éramos menores de edad y no hicieron nada”, dice.
Finalmente fue rescatada durante una operación contra el tráfico de personas en la ciudad de México, tenía 16 años. Ahora, con 23, se dedica a contar su experiencia en eventos públicos y conferencias con el objetivo de que otras mujeres aprendan de su experiencia.