La niña estuvo más de dos años planeando su huida. Logró salir por una ventana y llamar a Emergencias. "No he salido. No salgo mucho. No sé nada sobre las calles ni nada", dijo la menor en su llamada que ahora, sus padres, David y Louise Turpin, acusados de abuso infantil, han tenido que escuchar en el tribunal.
En su llamada a la niña le costó dar su dirección. De hecho se limitó a leerla de un papel que llevaba con el nombre de su madre. "Vivo en una familia de 15 personas y nuestros padres son abusivos", le explicó al operador, a quien también le dijo que tres de sus hermanos estaban encadenados a la cama.
Tras la llamada de la niña, la policía pudo localizar la casa, liberar a sus 12 hermanos y detener a sus padres. Los niños vivían esclavizados, casi sin comida y sin asearse. Solo salían de sus habitaciones para ir al baño.
Los 13 hermanos vivían aislados del mundo. No salían a la calle, ni se relacionaban con nadie. De hecho, no entendieron qué hacían los agentes en su casa cuando fueron a liberarles.
Durante la audiencia previa, los testigos cuentan que Louise fue vista llorando.