Este mismo domingo, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, ha asegurado que el avión, un caza F-4, fue derribado por Siria en espacio aéreo internacional, a unos 20 kilómetros del espacio aéreo sirio.
Según Turquía, los dos pilotos realizaban una misión de entrenamiento para poner a prueba el sistema de radares turco cuando fueron derribados sin mediar aviso alguno. "Adoptaremos sin vacilar las medidas necesarias relativas al derribo del avión turco por parte de Siria", ha asegurado Davutoglu.
Ankara insiste en que la misión del avión no tenía relación alguna con el actual conflicto interno sirio y sostiene que el avión estaba desarmado.