Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea examinarán la necesidad de seguir avanzando en su respuesta a la crisis de refugiados en una reunión extraordinaria que celebrarán el próximo 12 de noviembre en La Valeta, al término de la cumbre que acoge la capital maltesa ese mismo día para coordinar la respuesta de los Veintiocho con los países africanos en el control del flujo migratorio.
"Si queremos evitar lo peor, debemos acelerar nuestras acciones", ha advertido el presidente del Consejo europeo, el polaco Donald Tusk, en su carta de invitación a los líderes europeos.
Tusk, junto al jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, ya habían enviado la semana pasada una carta a los mandatarios europeos para instarles a cumplir con sus promesas, tras constatar la falta de aportaciones reales de las capitales con respecto a la financiación y medios anunciados por los Estados miembros en cumbres anteriores.
Según datos publicados por la Comisión Europea este martes, los países de la Unión Europea han confirmado 518 millones de euros, pese a que el compromiso adquirido por los 28 asciende a 2.800 millones. A esta suma hay que añadir otros 2.800 millones que ya ha desembolsado Bruselas desde las arcas comunitarias.
El objetivo del encuentro informal tras la cumbre con los socios africanos, dice Tusk en su carta, es hacer balance del ritmo de la puesta en práctica de los principales compromisos asumidos por la Unión Europea en esta crisis. Los ministros de Interior de la UE también se reúnen de manera extraordinaria la semana próxima, el lunes en Bruselas, para avanzar en la misma línea.
En su carta, el presidente del Consejo se refiere en concreto a la cooperación con países terceros como Turquía para frenar el tránsito de refugiados a territorio comunitario, a asegurar que estén operativos los once centros de registro y retención ('Hotspot') que se exigen a Grecia e Italia y al programa europeo para reubicar a 160.000 refugiados llegados a estos dos países.
Contando con la treintena de refugiados que este miércoles viajarán de Grecia a Luxemburgo, la Unión Europea habrá realojado en un reducido grupo de Estados miembros a un total de 110 inmigrantes con derecho a protección, del total de 160.000 plazas que se han comprometido a crear en dos años.
Tusk espera que en esta cita informal los líderes europeos discutan también sobre cómo "reforzar efectivamente" el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea, uno de los asuntos clave sobre los que los 28 quieren basar su respuesta a la crisis, junto a potenciar los acuerdos con países terceros para agilizar las deportaciones de inmigrantes a los que se deniegue la protección.
El político polaco recuerda en su carta que con la llegada masiva de refugiados a la Unión Europea, varios gobiernos nacionales han decidido reintroducir medidas de control dentro del espacio sin fronteras Schengen.
"La única manera de no desmantelar Schengen es asegurar una gestión adecuada de las fronteras exteriores. Debemos hacer todo lo posible para mantener Schengen intacto", ha pedido.
Está previsto que la reunión comience en torno a las 14:30 horas del jueves 12 de noviembre, una vez que concluya la cumbre de La Valeta, que se celebra entre los días 11 y 12 para coordinar la estrategia migratoria con los países del norte de África.
El objetivo de la cumbre de dos días es centrar los esfuerzos en el control de las fronteras exteriores y facilitar los acuerdos de retorno y devolución de los inmigrantes que no reciban el estatus de refugiado, para lo que la UE baraja incentivar la colaboración de los países vecinos con la política del "más por más".