"Doy la bienvenida a la firma hoy en Uagadugú de un acuerdo preliminar sobre las elecciones presidenciales y negociaciones de paz inclusivas en Malí entre las autoridades malienses y los movimientos armados no terroristas del norte de Malí", ha manifestado Ashton en un comunicado.
Ashton ha asegurado que el acuerdo es "histórico" porque "constituye una etapa crucial en el proceso de construcción de la paz por el diálogo en el país" y ha recordado "la Unión Europea ha dado su pleno apoyo a las negociaciones" y "seguirá del lado de todos los malienses para facilitar la puesta en marcha del acuerdo en todas sus dimensiones".
La jefa de la diplomacia europea ha admitido haber acogido con "satisfacción" el "compromiso" de ambas partes con el acuerdo, al tiempo que ha agradecido la mediación del presidente de Burkina Faso, Blaisa Compaoré, y de "otros actores internacionales comprometidos" con el mismo.
El documento firmado prevé un alto el fuego inmediato de las dos partes, así como la retirada de los combatientes rebeldes y un despliegue de las fuerzas de seguridad. Estos cambios se desarrollarán bajo supervisión de la misión de la ONU en la zona (MINUSMA) y de las fuerzas francesas.
A cambio de ampliar la presencia del Gobierno central en el norte de Malí, las autoridades se comprometen a renegociar tras los comicios el estatus administrativo de la región del Azawad, así como fórmulas para potenciar su desarrollo.
Bamako había dejado claro que quería la reinstauración de una administración civil y del Ejército en Kidal antes de que se celebren las elecciones del próximo 28 de julio, con las que debería concluir el proceso de transición iniciado desde el golpe de Estado de marzo de 2012. El Ejército había amenazado con ocupar Kidal si no se llegaba a un acuerdo, el único territorio del norte del país que todavía no está bajo control de Bamako y donde se cuestionaba la celebración de elecciones.
El acuerdo, según ha explicado la UE en su comunicado, "reconoce plenamente la unidad, la integridad territorial y la soberanía de Malí, allana el camino para el regreso gradual y pacífico del Ejército, la restauración de la Administración del Estado en la región de Kidal y la organización de elecciones presidenciales en esta región como en otras partes de Malí".
También "prevé medidas técnicas necesarias para el acantonamiento y el desarme de los grupos armados" y "el desarrollo de un marco para las conversaciones de paz inclusivas con todas las comunidades en el norte de Malí".
La UE condicionó la vuelta de su ayuda al desarrollo para Malí suspendida a raíz del golpe de Estado militar --que contribuyó a la posterior toma de control del norte del país por parte de los rebeldes tuaregs y grupos yihadistas-- a la celebración de nuevas elecciones en el país para garantizar la vuelta al orden constitucional y avances en el proceso de reconciliación.
La ofensiva militar lanzada por Francia el pasado mes de enero puso fin a diez meses de ocupación del norte del país --dos terceras partes de su territorio-- por las milicias islamistas vinculadas a Al Qaeda. Tras la derrota y retirada de los islamistas, los independentistas tuaregs recuperaron el control de Kidal, su feudo tradicional.
En Bamako reina una fuerte oposición a cualquier acuerdo que implique concesiones políticas al MNLA, al que se acusa de haber abierto las puertas a los grupos armados islamistas con su decisión de alzarse en armas el año pasado y cuyos líderes se enfrentan a órdenes de arresto por crímenes de guerra en el norte de Malí.