Gonzales acabó con la vida de sus tres hijos, de 5, 7 y 9 años, dándoles de beber un veneno que después el mismo ingirió para sucidiarse. El suceso, que ocurrió en el distrito peruano de San Juan de Lurigancho, tal y como indica El Comercio, fue descubierto por la madre y exesposa de los fallecidos cuando llegó a su vivienda.
Además, tal y como indica el medio local en palabras de algunos familiares, la madre de los niños había denunciado por intento de asesinato en 2010 y 2014 a la que era su pareja, pero este nunca fue detenido. De hecho, al parecer, la noche anterior al crimen, Gonzalez habría acudido a la casa con la excusa de visitar a sus hijos pero luego agredió a su exmujer y la echó de casa.
Así, a la mañana siguiente la madre entró a la vivienda y se encontró con los cuerpos sin vida de sus hijos y el del que había sido su marido, que fue trasladado al hospital falleciendo posteriormente. Según su abogado, en la escena del crimen había una botella de yogur, en donde supuestamente podría haber introducido el veneno.
Un familiar de la mujer ha explicado a RPP que el supuesto asesino “era muy violento. Una vez tomo ‘racumín’, y lograron salvarlo en el hospital. Luego, como ya no estaba con mi sobrina, con engaños le dijo para hablar sobre sus hijos, alquiló un hotel en Breña, echó llave y compró 'racumín' para matarse los cinco”.
El mensaje que dejó el padre en Facebook
"A todas las personas que fallé, les pido perdón... nunca es tarde para volver a empezar". Estas palabras fueron las últimas palabras que el padre de los tres niños publicó en su cuenta personal de Facebook, probablemente ya consciente de lo que iba a realizar al día siguiente. De momento la investigación continúa abierta para aclarar completamente un suceso que ha estremecido a la sociedad peruana.