UNICEF alerta de que República Centroafricana puede convertirse en una nueva crisis olvidada

EUROPA PRESS 24/06/2015 08:29

Más de 6.000 muertos, más de 420.000 desplazados internos y más de 2,7 millones de personas que necesitan atención humanitaria de los alrededor de 4,8 millones de habitantes. Esta es la realidad actual en República Centroafricana, un país del tamaño aproximado de Francia que está saliendo de un conflicto armado y está inmerso en pleno proceso de reconciliación.

El mes pasado, los principales grupos armados en el país, incluidos los antiguos rebeldes Séléka (principalmente musulmanes) y las milicias antibalaka (predominantemente cristianas), firmaron en Bangui, la capital, un "compromiso de paz" tras un foro de reconciliación.

El acuerdo firmado prevé el fin de las hostilidades y que todos los grupos armados se concentren en lugares determinados en un plazo "razonable" previo a las elecciones, que deberían celebrarse antes de finales de año. Asimismo, está prevista la desmovilización y reinserción en las comunidades de los combatientes, que también podrán unirse a las fuerzas de seguridad si cumplen determinados requisitos.

"El grado de violencia que había en 2013 y 2014 ya no existe", ha reconocido a Europa Press la coordinadora del proyecto Mecanismo de Respuesta Rápida de la Unidad de Emergencia de UNICEF en RCA, Christine Guinot, pero sigue habiendo "muchos interrogantes". Por un lado, ha explicado, no está claro cuándo ni cómo se van a celebrar las elecciones y por otro "sigue habiendo grupos armados y se están creando otros nuevos".

Pero lo que más preocupa a UNICEF es que "sigue habiendo una situación humanitaria dramática en algunas zonas" y las organizaciones humanitarias se encuentran con "muchos problemas", incluida la falta de fondos. "No hay fondos suficientes para atender las necesidades humanitarias y de desarrollo" del país, ha lamentado. Así, en el caso de UNICEF, solo ha recibido hasta la fecha el 26 por ciento de los fondos que necesita para sus operaciones en RCA este año.

"CRISIS OLVIDADA"

República Centroafricana "se está convirtiendo en una crisis olvidada", según Guinot, ya que apenas se habla de lo que ocurre en los medios. De hecho, este país africano ha sido "históricamente una crisis olvidada" puesto que apenas cuenta con infraestructuras y "no ha tenido nunca un gobierno fuerte", ha añadido.

Antes de esta crisis, uno de cada seis niños moría antes de cumplir los 5 años y RCA era el tercer país con mayor ratio de mortalidad materna y ahora esta situación ha empeorado. La malnutrición es otro problema muy presente en el país.

En 2014 UNICEF llevó a cabo una encuesta que reveló que en siete de las 17 prefecturas del país el 40% de los niños tenían malnutrición crónica y en siete prefecturas había más de un 2% de malnutrición severa, el nivel de emergencia, ha explicado Guinot, aclarando que en 2012 solo se daba esta situación en dos prefecturas.

Además, el 30 por ciento de las escuelas han sido atacadas y hace falta reconstruirlas y también se han visto afectadas las instalaciones sanitarias. "El 60 por ciento de la población vive a más de 10 kilómetros de un centro de salud", ha resaltado la responsable de UNICEF, incidiendo en lo que esto significa para los menores de 5 años. Además, uno de cada diez niños se ha visto desplazado por el conflicto y siguen fuera de sus casas.

NIÑOS SOLDADO

Otro de los temas que preocupan a UNICEF y en el que está poniendo especial énfasis es el uso de niños soldado por parte de los grupos armados. Según los calculos de la agencia, hay entre 6.000 y 10.000 menores enrolados en los grupos armados como combatientes, porteadores, para realizar tareas domésticas o como esclavos sexuales.

En este sentido, la agencia de la ONU puso en marcha el pasado mes de mayo un programa de desmovilización que está empezando a dar "resultados".

Guinot ha recordado que el acuerdo firmado en Bangui contemplaba la desmovilización de los menores reclutados por los grupos armados y que no se enrolaría a más niños y niñas y ha resaltado que dos semanas después se produjo la liberación de más de 300 niños en Bambari, en el oeste del país.

El objetivo del proceso es "devolver al niño asu familia y su comunidad" y no que terminen en orfanatos, y para ello se han establecido centros de tránsito donde reciben apoyo psicológico y se realizan actividades psicosociales, además de averiguar su procedencia y tratar de encontrar a su familia.

Aquí, ha explicado Guinot, los menores pasan dos o tres semanas y de ahí algunos pasan a otros centros transitorios en los que permanecerán tres meses como máximo donde seguirán recibiendo atención psicológica pero también se realizarán actividades educativas. Muchos de estos niños "seguramente no han ido nunca a la escuela" y se han dado casos de "niños de 10 años que no saben ni contar del 1 al 20", ha ilustrado.

EDUCACIÓN

De ahí la importancia también, según la responsable de UNICEF, de rehabilitar las escuelas que han resultado dañadas por la violencia, así como de las campañas de sensibilización que ya están en marcha para convencer a las familias de que los niños deben volver a la escuela.

El conflicto ha hecho que muchas familias hayan perdido sus medios de subsistencia, lo que provoca que los niños se vean obligados a abandonar la escuela para ayudar a sus padres. En el caso de las niñas, UNICEF ha constatado un aumento de las bodas precoces, incluso de niñas de 12 años.

Por otra parte, también están en marcha campañas de sensibilización para que los propios profesores vuelvan a sus hogares y reanuden su labor, tras haber huido por la violencia. En algunas zonas, el 80 por ciento de los docentes no son personas tituladas sino que tratan de enseñar lo poco que saben pero en muchos casos "apenas saben leer y escribir".

La agencia de la ONU también trabaja prestando atención a los desplazados por el conflicto. Así, en los campos de desplazados se han instalado 164 espacios temporales de aprendizaje y protección de la infancia, que atienden a 33.000 niños, y que buscan ayudarles al superar el trauma vivido, ya que algunos han perdido a sus padres o hermanos por la violencia.

Ante todas estas circunstancias, la responsable de UNICEF ha confiado en que la "comunidad internacional sea consciente de que hace falta apoyo para que sea posible la paz" en República Centroafricana y sobre todo para que el país no ser convierta en una nueva crisis olvidada.