Según la BBC, la decisión se tomó en una reunión que mantuvieron recientemente responsables del Ministerio del Interior, el de Asuntos Exteriores y el de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes, y se basa, al parecer, en los vínculos de Joumaa con el régimen del presidente Bashar al Assad, que ha respondido con violencia a la revuelta a favor de la democracia que comenzó en Siria en marzo del año pasado.
La radiotelevisión pública británica cree que es "sumamente improbable" que el Comité Olímpico Internacional no ratifique la decisión de Reino Unido, pese a que suele adoptar una actitud "muy protectora" en situaciones en las que "la política y el deporte chocan".
La ONU calcula que al menos 10.000 personas han muerto en Siria desde que empezaron las protestas. Tras la masacre de más de cien civiles desarmados en la localidad de Hula el pasado mayo, el Gobierno británico sugirió que podría prohibir la entrada a Reino Unido a los miembros del régimen de Al Assad que quisiesen asistir a los Juegos Olímpicos.