Estados Unidos recuerda el atentado de Oklahoma 14 años después

AGENCIA EFE 20/04/2009 00:00

Más de 300 personas desafiaron las bajas temperaturas y se congregaron ante el National Memorial & Museum de Oklahoma City para honrar a los fallecidos en el peor atentado perpetrado por un individuo en EE.UU.

Familiares y amigos de las víctimas, así como autoridades estatales y federales, entre ellas el gobernador, Brad Henry, y la subsecretaria de Seguridad Nacional, Jane Holl Lute, asistieron a la ceremonia, que duró varias horas y que se cerró con la lectura de los nombres de las 168 personas que murieron en el atentado.

El 19 de abril de 1995, a las 09.02 hora local, Timothy McVeigh, quien contó con la ayuda de Terry Nichols, hizo estallar un carro bomba cargado con explosivos fabricados con fertilizantes que estaba estacionado en la entrada del edificio federal Alfred P. Murrah.

Pocos minutos después del ataque, a las 10.17, un agente paró a McVeigh a unos 126 kilómetros al norte de Oklahoma City porque su vehículo no llevaba la matrícula. El autor del atentado fue detenido por haber ocultado una pistola cargada debajo de su chaqueta.

Casi un cuarto de hora después de la detención de McVeigh, un ex militar de 27 años, y poco más de una hora después del atentado, el ex presidente Bill Clinton emitió una declaración de emergencia.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) publicó rápidamente dibujos de dos sospechosos, lo que condujo a los agentes de nuevo a McVeigh.

Nichols, por su parte, escuchó su nombre en las noticias y decidió ir a la policía, según una cronología de los hechos publicada en un diario de Oklahoma.

Las autoridades le detuvieron inicialmente como testigo material, pero en agosto un gran jurado federal (equivalente al juez de instrucción) imputó a McVeigh y a Nichols y les acusó de once cargos por el atentado y la muerte de ocho agentes federales.

Junto a estos dos acusados también fueron imputados Michael Fortier y David Hoffman.

McVeigh fue condenado a muerte y ejecutado en junio de 2001, y Nichols fue sentenciado en agosto de 2004 a cadena perpetua.

El atentado de Oklahoma se convirtió en el peor ataque terrorista perpetrado por un individuo en EE.UU.

Fue además el atentado más mortífero hasta la tragedia del 11 de septiembre en Nueva York, Washington y Pensilvania.

El atentado de Oklahoma coincidió con el segundo aniversario del final del sitio de 51 días y el incendio del rancho de los Davidianos, en Waco (Texas), en el que murieron unas 80 personas, entre ellos el líder de esa secta, David Koresh.

Cuatro años y un día después del atentado de Oklahoma se produjo además la matanza en una escuela de Columbine, perpetrada por los alumnos Eric Harris y Dylan Klebold, en la que murieron 13 personas, resultaron heridas 24 y los autores se suicidaron.