"Pese a que no entramos en el campamento, fuimos capaces de llegar al área de Yalda, donde 900 familias de Yarmuk, Yalda y las áreas cercanas de Babila y Beit Saham recibieron paquetes de 35 kilogramos de comida", ha dicho el portavoz de la agencia, Chris Gunness.
En su comunicado, ha recordado que el grupo yihadista Estado Islámico se hizo con el control del campamento en abril de 2015 y que la última entrega de ayuda se produjo en junio de ese mismo año.
"Hay indicaciones claras de que las enfermedades están al alza, particularmente entre los más vulnerables, como los niños. Hay una gran falta de medicionas para tratarlas", ha resaltado, destacando la incidencia de la hepatitis.
Gunnes ha agregado que la población ha indicado además que las principales prioridades son la comida, la ropa, el agua y los productos sanitarios, recalcando que la UNRWA pretende continuar realizando estas entregas.
"La UNRWA se está coordinando con otros socios humanitarios y espera que este renovado acceso, facilitado por las autoridades sirias, lleve a operaciones sostenidas en el área", ha explicado.
Por último, ha vuelto a pedir a la comunidad internacional que aumente su apoyo al fondo de emergencia de la UNRWA para Siria, recordando que más del 95 por ciento de los refugiados palestinos dependen de la agencia para cubrir sus necesidades.