En su comunicado, ha dicho que se trata de un primer paso para acabar con la violencia en la región, recalcando que convocará próximamente una reunión para continuar las conversaciones de paz entre las partes enfrentadas.
Los dos mayores puertos petroleros de Libia en Sidra llevan cerrados desde diciembre, cuando estalló el conflicto entre las fuerzas leales al Gobierno reconocido por la comunidad internacional y las fuerzas de Amanecer de Libia, que respaldan al Ejecutivo autoproclamado en la capital, Trípoli.
La retirada de Sidra se produjo después de que el Parlamento rebelde ordenara a las tropas de la coalición Amanecer de Libia que abandonaran sus posiciones cerca de los puestos petroleros de Sidra y Ras Lanuf.
Los dos gobiernos compiten por vender más y financiar así los costes de la guerra. Sin embargo, la producción y la exportación de petróleo se han visto afectadas por las distintas escaramuzas y por la caída de los precios del crudo.
Desde hace casi un año, Libia está dividida en dos grandes facciones. El país se encuentra en una guerra civil con dos gobiernos y dos parlamentos. Además, la irrupción de grupos terroristas como Ansar al Sharia, la filial libia de Al Qaeda, y el Estado Islámico amenaza con perpetuar el conflicto.