La vacunación contra la covid sigue estancada en Estados Unidos

  • El objetivo de Biden es administrar 100 millones de dosis en 100 días

Estados Unidos ha administrado hasta el momento 22 millones de dosis de la vacuna contra la covid, pero para un país de 330 millones de habitantes, el objetivo está muy por debajo de lo que inicialmente estimado. Con un 7% de estadounidenses vacunados, está por delante de la Unión Europea (2%), pero por debajo de Israel (49%) y Reino Unido (10%). Problemas de producción, distribución y una deficiente planificación han provocado que el país más afectado del mundo por la pandemia siga sin dar una repuesta adecuada.

El objetivo de la nueva administración en el gobierno es conseguir poner 100 millones de dosis en 100 días, lo que cubriría a unos 67 millones de personas, teniendo en cuanta que algunas ya están vacunadas y necesitarán solo una segunda dosis. “El proceso de distribución de la vacuna, especialmente fuera de los hogares de ancianos y hospitales, no existía cuando llegamos a la Casa Blanca”, declaró Ron Klain, el jefe de gabinete”. Y añadió que el objetivo a corto plazo es aumentar los puntos de distribución para poder llegar a más gente.

Número de personas vacunadas

Con 24 millones de casos positivos y más de 420.000 muertos (3.000 al día en las dos últimas semanas), según datos de la Universidad John Hopkins, Estados Unidos aún tiene un largo camino que recorrer en la lucha contra la pandemia. Aunque la vacuna empezó a ser distribuida a mediados del pasado mes de diciembre, el 2 de enero solo habían recibido la primera dosis unos 4’2 millones de personas por lo que desde el gobierno federal se ordenó agilizar el proceso.

Y es que una vacuna segura y eficaz es el componente fundamental en la estrategia del país para reducir las enfermedades, muertes y hospitalizaciones relacionadas con la covid. El objetivo es tener suficientes dosis de la vacuna para que toda la población pueda estar cubierta. En estos momentos hay 114 millones de personas que han sido priorizadas para ser vacunadas por lo que son necesarias 332 millones de dosis, solo para cumplir con la primera parte de la planificación.

Quién es prioritario

En este proceso, siguiendo las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC),se está dando prioridad a los profesionales sanitarios, a los residentes y personal de las residencias de ancianos; también, aunque en segundo lugar, a los trabajadores esenciales de primera línea como profesores, socorristas, personal de guardería, trabajadores de supermercados, guardias de prisiones y los adultos de más de 75 años. En tercera línea están las personas con afecciones previas como diabetes, problemas cardíacos, obesidad y los adultos entre 65 y 74 años.

La semana pasada, el Gobierno federal dijo haber entregado ya 41’4 millones de dosis a los estados, territorios y agencias federales pero las autoridades han reconocido que el lanzamiento y distribución de la vacuna había sido más lenta de lo esperado y que solo una parte de las dosis repartidas por todo el país había llegado a su destino.

Entre el retraso en la distribución y los diferentes criterios entre los estados para priorizar los grupos de población, el problema se ha visto aumentado. Tras una encuesta del New York Times entre los 50 estados del país, se vio que al menos 40 habían ampliado los programas de vacunación a trabajadores no médicos, como oficiales de policía, empleados de supermercados y maestros, entre otros.

Cuánto está costando

En este sentido, Estados Unidos es el país del mundo que más ha gastado en vacunas y el que mayor número de dosis se ha asegurado para sus ciudadanos. A través de la Operación Warp Speed (cuyos recursos provienen de la CARES Act -Ley de Rescate Económico para el Coronavirus-), la administración Trump aprobó 10.000 millones de dólares para garantizar la fabricación de seis vacunas, en distintas compañías, que proporcionarían unos 800 millones de dosis.

Las compañías elegidas fueron Moderna, Pfizer/BioNTech, AstraZeneca, Universidad de Oxford, Johnson&Johnson, Novavax y Sanofi/GlaxoSmithKline (GSK). De todas ellas, AstraZeneca es la que más dosis ha comprometido en el mundo, ya que tanto además de Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, Australia, Japón y Reino Unido han comprado y reservado dosis, a una valor de cauro dólares cada una.

Así, Pfizer se comprometió a proporcionar 200 millones de dosis de su vacuna para finales de julio y Moderna otros 200 millones, aunque para junio. Estados Unidos además ha comprado 300 millones de unidades de AstraZeneca, 100 millones de Novavax, 100 millones de Sanofi/GSK y otros 100 de Johnson&Johnson.

En estos momentos, y ante las quejas de los estados por la carencia de las dosis esperadas, Joe Biden está pendiente de que el Congreso habilite otros 1’9 billones de dólares para ampliar la respuesta y poder afrontar también algunos de los desafíos económicos.

Distribución

Si bien los CDC hacen recomendaciones sobre a quién se le debe ofrecer la vacuna primero, son los estados quienes establecen sus propios planes de priorización, distribución y asignación de vacunas. No obstante, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades previamente han trabajado con las jurisdicciones estatales, municipales y locales para el desarrollo de los planes de vacunación.

De hecho hay un manual de estrategias publicado el 16 de septiembre de 2020 que recoge información relativa al proceso de vacunación y se actualiza periódicamente. Los CDC también han trabajado con empresas privadas, como cadenas de farmacias y supermercados para conseguir ampliar la distribución de las vacunas.

El gobierno federal en el centro

Es el gobierno federal quien supervisa este sistema centralizado de distribución y rastreo, quien ordena la contratación de vacunas, las recibe, autoriza, recomienda y luego las reparte. También desarrolla planes para conocer la efectividad de estas y se asegura de que los ciudadanos, departamentos de salud estatales y proveedores están informados de todo ello.

En este proceso participan varios actores fundamentales como la Administración Federal de Aviación (FAA) que está apoyando logísticamente los envíos de vacunas, para lo que se necesita un permiso especial de las autoridades que permite el transporte de hielo seco, necesario para mantener la vacuna a -70 grados, en el caso del producto de Pfizer.

La empresa privada

Cadenas de farmacias comerciales como Walmart, Walgreens, Rite Aid, Kroger, Publix, H-E-B o CVS ya han informado de que tendrán sus vacunas disponibles para el público en primavera. Y Amazon ha puesto a disposición del gobierno su red logística y de operaciones para distribuir los 100 millones de dosis durante sus 100 primeros días de gobierno.

Los 800.000 empleados en Estados Unidos están “preparados para aprovechar nuestras operaciones, tecnología de la información y capacidades en comunicaciones para ayudar en los refuerzos del gobierno para la vacunación”, dijo Dave Clarck, director de Consumo Mundial de Amazon, en una carta dirigida a Biden.

Dosis disponibles

La directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo el domingo que el gobierno federal no sabe cuántas vacunas contra el virus tiene el país. “No puedo decirles cuántas vacunas tenemos. No puedo decírselo a ustedes, ni a los gobernadores -de los estados- ni a los funcionarios de salud estatales”, declaró con preocupación a la cadena Fox el pasado mes de diciembre. “Hay falta de conocimiento sobre el suministro de vacunas y es indicativo de los desafíos que nos han dejado”, añadió al respecto de la anterior administración.

También dijo que el país afrontaba restricciones en el suministro pero que esperaba que la producción de las que ya estaban en marcha aumentara en los primeros meses de 2021 y la incorporación de las de Johnson&Johnson, lo que sería un buen impulso durante los 100 primeros días de Biden.

Precios

Según The New York Times, los precios de las vacunas que estarán disponibles a partir de la primavera de 2021 tendrán un costo de entre 3 y 37 dólares y serán aplicadas dando prioridad a los grupos más vulnerables. La más barata, a 3 y 4 dólares por dosis será la de AstraZeneca, siendo requeridas dos unidades mientras la más cara será la de Moderna, con un precio de entre 32 a 37 dólares cada dosis.

El coste de todas las vacunas será asumido por el gobierno federal pero los ciudadanos tendrán que pagar lo que los proveedores de vacunación estimen para su administración. Dicho importe, sin embargo, en algunos casos podrá ser reembolsado por los seguros de salud públicos o privados de cada uno de los pacientes. El objetivo es que en unas semanas haya miles de sitios de vacunación habilitados en consultorios médicos, farmacias minoristas, hospitales, centros de salud y farmacias en centros comerciales.

Por estados

Según datos proporcionados por Our World in Data, hasta el pasado 15 de enero el estado que había recibido más dosis era California, con 3’5 unidades, de las cuales 1’07 millones habían sido ya inoculadas a sus ciudadanos. Sin embargo, el estado que más vacunas ha inyectado es Texas, con 1’16 millones, seguido de California, Florida (853.081 ciudadanos vacunados), Nueva York (757.466), Pennsylvania (448.151), Illinois (437.7659, Ohio (375.428), Michigan (364.182), Nueva Jersey (317.070) y Tennessee (303.338).

También zonas aisladas y estados asociados como Alaska, Samoa Americana, Guam y las Islas Marianas del Norte pueden realizar pedidos de las vacunas. De hecho, cada estado ha recibido una cantidad de vacunas en proporción a su población y los estados con minorías étnicas como Utah, Alaska o Dakota del Norte, pueden demandar dosis extras para estas poblaciones.

Situación crítica

La situación más crítica en casos y en escasez de camas UCI se está dando en algunos sitios de California, Oklahoma, Nuevo México y Nueva Jersey, según información proporcionada por el departamento de salud y Servicios Humanos del gobierno de los Estados Unidos. De hecho, el número de pacientes ingresados por coronavirus en el país se ha duplicado desde noviembre de 2020.

Pero las malas noticias no llegan solo de esta parte del planeta, ya que incluso consiguiendo en los próximos meses un incremento del ratio de vacunación en Estados Unidos y un cierto nivel de inmunidad colectiva, a nivel mundial esto todavía no será posible, tal y como acaba de advertir el científico jefe de la Organización Mundial de la Salud. La pandemia es global, las comunicaciones imprescindibles siguen funcionando y la transmisión no se ha parado. De ahí que todas las esperanzas estén en la vacunación de la gran parte de la población mundial.