Éstas son las víctimas del tiroteo

"Tenía un corazón muy grande, siempre estaba dispuesta a mirar por los otros", la ha descrito su abuelo. El padre de la pequeña asegura que su hija "era brillante, creativa y muy cariñosa"

Tenía seis años y estaba contenta con su nueva escuela. Su hermano mayor también estudiaba en el mismo centro pero se salvó porque iba a otra clase. Su padre, Jimmy Greene, era saxofonista de jazz y se había mudado a Newtown con sus hijos el pasado julio.

Su padre relataba con tristeza que el viernes dejó a su hijo en la escuela feliz porque esa tarde iba a hacer galletas caseras, una tradición navideña de la familia. "Fue la última vez que le vi" ha contado a el 'New York Post'

Tenía seis años al morir

Grace tenía siete años y su última noche en su casa estuvo colocando las luces de Navidad con su familia. Caroline tenía seis años.

Ambos tenían seis años cuando fueron asesinados

Murió con 7 años

Esta pequeña pelirroja tenía seis años. Su familia ha expresado sus condolencias para aquellos que están sufriendo lo que ellos: "estamos realmente tristes por la pérdida de nuestra preciosa hija. Rezamos por ella y por todas las familias que están pasando por este trance"

Noah era el más joven de las víctimas, acaba de cumplir seis años hacía tan solo un mes. Su hermana gemela también acudía al mismo centro, pero ella sobrevivió. Charlotte también tenía seis años.

Sus vecinos la han descrito como una niña "extrovertida y creativa". Sus padres han pedido que se respete su privacidad, han perdido a su hija con tan solo seis años.

Chase adoraba el beísbol y pasarse el día jugando cerca de su casa. Una vecina lo ha descrito como "un niño hermoso, un niño increíble, no hacía más que sonreir"

Dawn Hochsprung como directora del centro, de 47 años, estaba reunida con varios profesores cuando comenzó el tiroteo. Salió para intentar enfrentarse al asesino y proteger a los niños del colegio. Mary Sherlach tenía 56 años y trabajaba como psicóloga del centro, murió al intentar salvar a algunos niños. Ambas eran madres, con dos hijas respectivamente.

Ambas profesoras y encantadas con su trabajo, tenían 27 y 30 años. Victoria Soto logró salvar a varios pequeños al esconderlos en un armario y cubrir con su cuerpo a otros.

Murió con 52 años protegiendo a los pequeños que estaban a su cuidado. Varios conocidos han afirmado que los niños eran su pasión

Asesinada a sus 52 años en su casa y por su propio hijo. Era una amante de las armas y a menudo llevaba a sus dos hijos a parques de tiro. En 2008 se divorció de su marido y se mudó con su hijo pequeño, Adam, a Newton. Su otro hijo, Ryan, no les acompañó.