Su historia es todo un cuento de navidad, la de un mendigo de voz prodigiosa que consigue una segunda oportunidad gracias a Youtube. Antes de vivir en la calle pidiendo limosna, Ted Williams era locutor de radio, pero el alcohol y las drogas lo llevaron a la calle, a tener que pedir limosna para sobrevivir. En esta situación accedió a darse a conocer con un pequeño reportaje sobre su día a día, en el que mostraba el cartel que lo acompañaba siempre, en el que decía que tenía una voz dorada. Esta vez, gracias a la entrevista, la gente prestó atención, y con casi seis millones de visitas, ha demostrado que ciertamente tiene una voz envidiable.
A su voz de barítono le llueven ahora las ofertas. La industria del cine le quiere, los anunciantes lo demandan e incluso un equipo de la NBA, Cleveland Cavaliers, quiere que ponga su voz a las retrasmisiones deportivas. Se puede dar por satisfecho, pues según decía, la peor burla para él era un talento desperdiciado. IM