En vídeo: rescatan el cuerpo sin vida de una mujer que cayó con su coche al borde de las cataratas del Niágara

  • El nadador de la Guardia Costera recuperó el cadáver de la conductora

  • El coche acabó muy cerca del borde de las Cataratas del Niágara

  • Las carreteras de la zona estaban resbaladizas y esa pudo ser la razón del accidente

Espectacular dispositivo de rescate para sacar un vehículo de las cataratas del río Niagara. Helicópteros, buzos y drones tratando de llegar a la conductora de 60 años que estaba dentro. El buzo de la Guardia Costera localiza a una mujer de unos 60 años. Pero no se mueve. Colgado de un cable, desde un helicóptero

un buzo de la Guardia Costera intenta colocarse encima del coche gira lentamente y en medio de una impresionante ventisca consigue agarrarse a la puerta del copiloto. Apenas unos minutos después

prácticamente con el agua al cuello hace esta señal al helicóptero y sale, sujetando el cuerpo de la mujer

Después de ponerla en tierra solo pudieron confirmar su muerte.

El buzo rescató a la mujer pero ya sin vida

A lo largo de la operación, el piloto del helicóptero, el teniente Chris Monacelli, y el mecánico de vuelo Jon Finnerty examinaron cuidadosamente sobre la neblina helada de la cascada mientras cubría la aeronave flotante, incluidas las ventanas, limitando aún más lo que podían ver y provocando el riesgo de que el hielo pudiera hacer caer al aparato.

Aproximadamente dos minutos después de ingresar al automóvil, con el agua subiendo alrededor del vehículo y sobre el borde de las cataratas a unos 45 metros río abajo, Duryea emergió y le indicó a Finnerty que lo izara a él y al conductor inmóvil, una mujer de unos 60 años, del agua.

Es la primera vez que un coche se precipita hasta el borde de las cataratas del Niágara

Ahora se investiga cómo acabó el coche allí, muy cerca del borde de las cataratas del Niágara. El intento de rescate, no obstante, fue de película. Apenas, puede verse una parte del techo del coche. Las condiciones en el aire no son las más fáciles, ya que la nieve limita la visibilidad a media milla para la tripulación de la Guardia Costera que se había reunido para un vuelo de entrenamiento en el lago St. Clair, Michigan, cuando fueron enviados a las Cataratas del Niágara, Nueva York.

"La corriente pasaba bastante bien por allí y el coche estaba cerca del borde de las cataratas. Si se movía, no queríamos que lo arrastraran con él", señalaban los participantes del rescate No está claro cómo llegó el automóvil al río Niágara. Los testigos informaron haberlo visto flotando cerca de un puente peatonal, por donde se creía que había entrado. Las carreteras de la zona estaban resbaladizas.

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