Volodímir Zelenski en la portada de Time: duerme en un catre en un búnker y se salvó de ser secuestrado por Putin

Volodímir Zelenski, el comediante convertido en presidente, es portada de Time. La revista mandó a un enviado a Ucrania para seguir al presidente en su día a día al frente de un país que resiste a la invasión de Rusia. El líder ucraniano, encerrado en un búnker, ha contado cómo se salvó del secuestro que orquestó Vladimir Putin para descabezar la resistencia y hacerse con Ucrania.

Las noches son las más duras para Zelenski, cuenta al periodista. El presiente de Ucrania duerme en un catre, desde donde escucha el zumbido de las sirenas antiaéreas y su teléfono no para de sonar a su lado. "Su pantalla hace que su rostro se vea como un fantasma en la oscuridad, sus ojos 'escanean' los mensajes que no tuvo oportunidad de leer durante el día."

Es parte del reportaje que Time le dedica a Zelenski, convertido en el David contra el Goliat Putin, que ha invadido Ucrania. El presidente ucraniano ha contado cómo al principio de la guerra estuvo a punto de ser secuestrado por hombres mandados por Vladimir Putin.

Las tropas de Vladimir Putin intentaron dos veces asaltar la residencia presidencial con Zelenski dentro

Ocurrió la noche del 24 de febrero, cuando todavía no se había mudado a un búnker y los rusos intentaron capturarlo y asesinarlo dentro de la residencia en la que vivía con su familia.

Soldados rusos iniciaron la operación lanzándose en paracaídas sobre Kiev, capital de Ucrania y donde Volodímir Zelenski vivía en la residencia presidencial con Olena su esposa y sus dos hijos, la adolescente de 17 años y el más pequeño, de nueve. Se escuchaban los primeros bombardeos rusos y el presidente tenía que salir de allí porque era uno de los principales objetivos de Putin: descabezar el gobierno de Ucrania.

El reportero Simon Shuster asegura que las tropas rusas intentaron dos veces asaltar el complejo presidencial mientras la familia de Zelenski aún estaba adentro. “los guardias de seguridad del complejo apagaron las luces y trajeron chalecos antibalas y rifles de asalto para Zelenski y una docena de sus agentes”. Uno de los pocos funcionarios que sabía cómo usar las armas era Oleksiy Arestovych, un veterano del servicio de inteligencia militar de Ucrania, que definió aquel momento: "era un manicomio".