Amenazas y agresiones de gravedad, estrangulamiento y riesgo para el bienestar de una menor: son los cargos que se le imputan a Rhonda Shoffner, que deberá entrar en la cárcel.

La niña, que aún no ha cumplido los 13 años, llamó a la Policía en marzo, momento en el que su madre fue detenida, según informa Daily News.

Según el mismo medio, Shoffner estaba bajo los efectos del alcohol cuando le dijo a su hija que se pusiera de rodillas en el baño por no haber podido localizar a unos familiares.

Entonces, trató de que la niña repitiera al pie de la letra unos versículos de la Biblia. Cuando la pequeña se equivocó, empezó su tortura. Primero, golpeó hasta cinco veces su cabeza contra la pared, para posteriormente morderla e intentar estrangularla y amenazarla de muerte.

"Vete y no vuelvas nunca", le dijo a la pequeña, quien no dudó en salir corriendo de la casa, llamar a la Policía y a su padre. Fue él quien recogió a la niña de la comisaría poco después.