La deuda pública lo tuvo más difícil ayer que la roja. La rebaja de calificación de Moodys fue contundente, la desconfianza del rescate, la incertidumbre de Grecia y la negativa de Alemania a apoyar medidas para suavizar las presiones hacen de la situación un cóctel peligroso, explica Pedro Calvo, experto de El Economista. "No son las mejores ocasiones para que España se financie en los mercados" y la semana próxima lo hará en dos ocasiones.
Por otro lado, los bancos centrales del mundo parecen dispuestos a rescatar a la economía Europea. Ya lo hicieron con Lehman Brothers. Ahora se trata de Grecia y su salida del euro. Será importante ver el papel que toma el BCE.