Paolo Genovese: "Hay una dictadura de la juventud y el defecto es envejecer"

"No existe la madurez. El diccionario italiano dice que la inmadurez es la falta de recursos para hacer frente a las situaciones de la vida. Y es que en la vida nunca llegas a ser maduro porque es una conquista continua de esa madurez. Puede haber gente inmadura de ochenta años", plantea Genovese.

'Inmaduros' es una comedia sentimental que cuenta el reencuentro de un grupo de cuarentones que quieren volver a comportarse como en los viejos tiempos, con alguna arruga de más y algo menos de pelo. Se reúnen con el deseo de volver a saborear la juventud, pero con la conciencia más o menos profunda de que ese momento ha pasado.

Los protagonistas están al borde la crisis de los cuarenta, no quieren oír hablar de la madurez y hace veinte años que iban juntos a clase, pero por encima de todo eran amigos. Un día, la gran pesadilla del estudiante vuelve a sus vidas: un tribunal anula su examen de graduación, y todos deben presentarse de nuevo.

Este es el detonante a partir del cual los viejos amigos tendrán la excusa perfecta para reencontrarse y volver a saborear sus años de juventud. Así Giorgio (Raoul Bova), Lorenzo (Ricky Memphis), Piero (Luca Bizzarri), Luisa (Barbora Bobulova), Virgilio (Paolo Kessisoglu) y Francesca (Ambra Angiolini) se enfrentarán a sus propios recuerdos con los tradicionales miedos de la vida académica de fondo.

Para Genovese, "cada uno intenta mantener una relación con sus amigos de la infancia porque son los que nos han visto como de verdad somos". Además, añade que "perder a esos amigos sería perder un montón de recuerdos".

"El componente nostálgico es muy importante en esta historia, porque los viejos amigos se reúnen con cariño en torno al tiempo que se fue, y ahora tienen que hacer cuentas con su propio pasado. Por eso esto es como una segunda oportunidad", explica el cineasta.

'Inmaduros' cuenta ya con una secuela estrenada en Italia, que cuenta el viaje que no hicieron en su momento -por motivos que se explican en la primera parte- al finalizar el instituto. "Ha gustado casi más que la primera, y puede ser porque a pesar de seguir siendo comedia, tiene un componente dramático importante", señala Genovese.