¿Por qué los infartos son más comunes en invierno?

Los meses de invierno suelen ser los más peligrosos para nuestro organismo, ya que el frío no solo provoca que las enfermedades respiratorias aumenten, sino que también se produce un incremento en el número de infartos de miocardio. Esto se debe a una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular, como la exposición al frío, la disminución de la actividad física y el aumento de la presión arterial debido a la vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos).

Además, en invierno, también aumenta la incidencia de infecciones respiratorias, como la gripe, que pueden desencadenar inflamación y daño arterial en personas con enfermedades cardiovasculares preexistentes, lo que aumenta el riesgo de infarto.

Es importante tener en cuenta que aunque los infartos pueden aumentar en invierno, esto no significa que la única forma de prevenirlos sea evitar el frío. La prevención del infarto implica una serie de medidas, como mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, controlar la presión arterial y el colesterol, y evitar el tabaco y el alcohol en exceso.

El frío es el enemigo

Tal y como informa la Fundación Española del Corazón “la prevalencia de enfermedades cardiovasculares aumenta más de un 20% en invierno”. Para explicarlo se refieren a las conclusiones de un estudio realizado por investigadores del London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) de Reino Unido, en el que se llegó a la conclusión de que por cada grado centígrado que disminuye la temperatura diaria, se incrementa un 2% el riesgo de ataque al corazón.

El frío también provoca que nuestro organismo necesite generar más energía para mantener la temperatura adecuada. Esto se traduce en que las personas con mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos se encuentren más expuestas si su corazón no es capaz de afrontar el aumento de actividad.  

El tercer condicionante que provoca que los infartos sean más comunes en invierno es la constricción de los vasos sanguíneos en las extremidades. Este proceso, que se produce cuando bajan las temperaturas, lleva asociado un aumento de la frecuencia cardiaca, puesto que el corazón se ve obligado a bombear más a menudo para surtir de sangre a todo el cuerpo. El aumento de la presión arterial y de la frecuencia supone un reto que en ocasiones puede conllevar un evento isquémico (el temido infarto).

Cuidado con las infecciones

Aunque la caída de las temperaturas afecta directamente al funcionamiento del corazón, hay otras causas que provocan un aumento de los infartos de miocardio en los meses de invierno. La mayoría de ellas están relacionadas con las infecciones respiratorias tan comunes en la época fría del año. 

Más allá de los habituales resfriados, pueden aparecer otras enfermedades peligrosas que no solo ponen en jaque al sistema respiratorio, sino que también pueden agravar algunos problemas cardiovasculares. Para evitarlo, es recomendable que las personas propensas se vacunen de la gripe, no hagan excesos en su dieta y se abstengan de beber alcohol y fumar.

La importancia de cuidarse

Llevar un estilo de vida saludable y hacer ejercicio físico moderado disminuye las opciones de sufrir un infarto, tanto en invierno como en cualquier otra época del año. Esta preocupación por la salud y las mejoras en la medicina se han visto reflejadas en un menor número de muertes por infarto agudo de miocardio en las dos últimas décadas. Desde 2006, año en el que hubo 22.028 defunciones por esta causa en España, hasta 2019 (13.673 defunciones), el descenso fue significativo. 

No obstante, los números aún son elevados y es necesario que cada persona ponga de su parte para evitar cualquier enfermedad isquémica del corazón, entre las que se encuentran los infartos de miocardio. De acuerdo con los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), este tipo de enfermedades fueron las causantes de 28.852 muertes en España durante 2021, un 2,7% menos que en 2020. Cabe señalar que los hombres son más propensos que las mujeres, ya que hubo 17.747 fallecidos frente a 11.105 fallecidas.

Medidas de prevención

Hay varias medidas que puedes tomar para prevenir el infarto:

  1. Mantener una dieta saludable: Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado y grasas saludables puede ayudar a reducir el riesgo de infarto. Evita alimentos procesados, altos en grasas saturadas y trans, sal y azúcar.
  2. Mantener un peso saludable: El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de infarto, por lo que es importante mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
  3. Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio ayuda a mantener el corazón y los vasos sanguíneos saludables, por lo que es recomendable realizar actividad física moderada durante al menos 30 minutos al día.
  4. Controlar la presión arterial: La presión arterial alta es un factor de riesgo para el infarto. Debes controlar tu presión arterial regularmente y tomar medidas para reducirla si es necesario, como reducir el consumo de sal y medicamentos recetados por un médico.
  5. Controlar el colesterol: El colesterol alto también es un factor de riesgo para el infarto. Debes controlar tus niveles de colesterol regularmente y tomar medidas para reducirlo si es necesario, como llevar una dieta baja en grasas saturadas y trans y tomar medicamentos recetados por un médico.
  6. No fumar: El tabaco aumenta el riesgo de infarto, por lo que es importante evitar fumar y limitar la exposición al humo del tabaco.
  7. Controlar el estrés: El estrés crónico puede aumentar el riesgo de infarto. Debes tomar medidas para controlar el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditación o yoga.
  8. Visitar al médico regularmente: Es importante hacerse revisiones médicas regulares para detectar factores de riesgo y tomar medidas para prevenir el infarto.