Cómo aprovechar los paseos diarios para adelgazar: beneficios del ‘power walking’

  • Para su buen desarrollo, es fundamental mantener la postura correcta

  • Tú marcas tu propio ritmo y la duración de la sesión

  • Supone numerosos beneficios para la salud

La posibilidad de salir a hacer ejercicio o a pasear ha supuesto un alivio para muchos. Volver a hacer deporte al aire libre o caminar aprovechando los rayos de sol es algo que ya podemos hacer después de casi dos meses de confinamiento.

El parón por la cuarentena o el hecho de no tener una apta condición física hace que no todos puedan estar preparados para practicar running. Pero existen otros métodos para quemar calorías y puedes hacerlo andando gracias al power walking. Te contamos cómo llevar a cabo esta práctica y qué beneficios tiene para tu salud.

Si bien este tipo de ejercicio se realiza caminando, no será suficiente la velocidad que podemos llevar dando un paseo. Para una correcta práctica de power walking será imprescindible aumentar esa velocidad, caminando a un paso bastante ligero. Deberemos marcar un buen ritmo empleando gran parte de nuestra musculatura.

Mantenernos constantes durante todo el ejercicio y cuidar la postura corporal hará que trabajemos numerosos grupos musculares, principalmente abdomen, brazos y piernas. Existen pequeños trucos para potenciar el trabajo, como llevar un movimiento controlado de los brazos o elevar las punteras de los pies en cada paso.

La postura correcta

La espalda deberá permanecer rígida en todo momento. Los hombros se llevarán hacia atrás para evitar inclinaciones. En vistas a proteger zonas como los lumbares, contraer el abdomen será fundamental. Como ya hemos indicado, el movimiento de brazos tendrá que ser controlado. Irán pegados al cuerpo y en coordinación con las piernas. Además, elevaremos las punteras de los pies activando así los tibiales y previniendo posibles lesiones de rodilla. La cabeza alta, con la vista al frente y el pecho arriba.

Tú eres tu propio entrenador

Una de las ventajas del power walking es que eres tú mismo quien se marca el ritmo. Hazlo dentro de tus posibilidades. No importa la velocidad ni el tiempo que dediques a cada sesión en un principio si no estás acostumbrado a la actividad física. Puedes ir mejorando e incrementándolos poco a poco. De hecho, estos serán muy diferentes dependiendo de cada caso.

Si tu objetivo es iniciarte en el mundo del deporte, 20 minutos diarios bastarán en un principio. Si, por el contrario, estás familiarizado con el mundo deportivo y simplemente lo tomas con una práctica más para mantener tu estado de forma, podrás hacer sesiones más largas y con mayor intensidad.

A pesar de ser tú quien marque el entrenamiento, es fundamental tener en cuenta que no se trata de un paseo, sino de la realización de un ejercicio físico que tiene como objetivo quemar calorías. Antes de comenzar, deberás llevar a cabo un calentamiento. Cuando concluyas, estirarás todos los grupos musculares utilizados durante la práctica.

Beneficios

Numerosos artículos especializados argumentan los beneficios que la actividad de caminar proporciona a nuestros cuerpos. En primer lugar, hablamos de esperanza de vida. Según recoge un estudio de la Universidad Duke, "toda actividad física aumenta la posibilidad de tener una vida más larga y saludable". Investigadores alemanes también lo han demostrado. Según su estudio, la práctica de deporte implica un proceso de antienvejecimiento, reparador para el ADN viejo.

Además, gracias al power walking reduciremos los problemas de articulaciones. Pero no solo eso, también mejorará nuestro sistema cardiovascular e incluso nuestras emociones, fortaleciendo nuestro corazón y siendo un gran amigo contra el estrés. La mente será una gran beneficiada.

Fortaleceremos nuestros músculos y quemaremos calorías. Puede que nuestro metabolismo cambie y, además, las prácticas pueden sustituir a los alimentos con azúcar que consumiríamos en posibles episodios de ansiedad, debido a la gran cantidad de hormonas que se expulsan mejorando así nuestro ánimo.