Si viajas en septiembre, apunta: las bandejas de los aeropuertos tienen más bacterias que un retrete

eltiempohoy.es 12/09/2018 15:49

Muchas personas aprovechan este mes de septiembre para coger vacaciones. Es cierto que es un número menor que aquellos que decide irse en los meses de julio y agosto, pero lo cierto es que es una tendencia cada vez más extendida en nuestro país. Si el transporte que has elegido para viajar es el avión, te conviene saber que puede llegar a tu destino con ‘algo’ que no esperabas.

El exhaustivo control al que nos vemos sometidos en el aeropuerto puede acarrearnos grandes problemas de salud. Según un estudio realizado por un grupo de científicos finlandeses, las bandejas de los controles de seguridad contienen más gérmenes, incluso, que los propios inodoros de los aeropuertos. “Son bandejas que están continuamente utilizándose y no se limpian nunca”, afirma Jorge Parra, responsable de medicina interna del Hospital Inmaculada de Granada.

¿Cómo han llegado a esa conclusión?

Para realizar este estudio han analizado un centenar de bandejas del aeropuerto de Finlandia, aunque apuntan que el resultado es extrapolable al resto de aeropuertos de todo el mundo.

En los exámenes encontraros muestras de diferentes virus del resfriado y hasta de la gripe. A campan a sus anchas por esas cajas en las que ponemos nuestros enseres y que luego nos acompañan el resto del viaje.

Esto supone un gran riesgo para la salud pública, ya que según el estudio, estas bandejas, encontradas en todos los aeropuertos mundiales, podrían ser el principal foco de propagación de enfermedades entre países y continentes.

¿Más sitios?

No es el único sitio donde encontramos estos gérmenes. Los mostradores de las comisarías y policías, las pantallas táctiles de televisiones o móviles, y hasta zonas de juegos infantiles, no se libran, eso sí, apuntan a los expertos a que se encuentran en concentraciones inferiores.

Solución

Los doctores lo tienen claro, las soluciones más efectivas son: limpiar las banderas con mayor frecuencia, y sobre todo, lavarse correctamente las manos, frotando bien el interior de los dedos y las uñas después de haberlas manipulado.