"Siempre he sido muy celoso": Víctor tiene 24 años y está en tratamiento porque quiere cambiar

  • La mezcla de una baja autoestima y los tópicos del amor romántico son el caldo de cultivo ideal para que surjan los celos

  • "Me comía yo solo los celos y había noches que no dormía hasta que no llegaba a casa de fiesta y me escribía"

  • ¿Cuáles son los tipos de celos? ¿Por qué se sienten los celos? ¿Cómo acabar con los celos y la inseguridad? Te lo explicamos todo en Yasss

Uno de los mitos más dañinos del amor romántico es que los celos son algo positivo. “Significa que le importas”, creen algunas personas. En realidad, los pensamientos y conductas celotípicas indican posesividad y una mala gestión de las emociones. Por eso lo ideal es aprender a gestionarlos en vez de ensalzarlos o justificarlos.

Cuando una amiga te cuenta que su novio es superceloso, la respuesta es clara: déjale, no te merece. Pero, ¿qué consejo le darías a una persona que lucha día a día contra sus propios celos? No es fácil sentir que puedes perder a tu pareja en cualquier momento, y en ocasiones quienes experimentan estos pensamientos tan desagradables los viven en silencio por miedo a dañar a quién quieren o coartar su libertad.

¿Cuáles son los tipos de celos?

A la hora de entender los celos debemos diferenciar dos formas de experimentarlos:

  • credibilidad que les otorguemos. Si empezamos a darle vueltas al tema y acabamos pensando que puede pasar, el sufrimiento será significativo.
  • conductas celotípicas. Son acciones dirigidas a nuestra pareja para coartar su libertad y están causadas por los pensamientos celotípicos. Por ejemplo, pedirle que borre una foto de Instagram, enfadarte si sale de fiesta, leer sus mensajes privados o culpabilizarle por ser atractiva.

Por lo tanto, las conductas celotípicas son una forma de maltrato psicológico, pero los pensamientos celotípicos no.

¿Por qué se sienten los celos?

En algunos casos, la causa próxima de los celos es una baja autoestima. Esto puede deberse a malas experiencias amorosas, infidelidades en el pasado o una autoimagen negativa de uno mismo.

Sin embargo, hay una influencia muy fuerte de los tópicos del amor romántico, mitos y creencias que aprendemos desde que somos niños sobre las relaciones afectivas.

  • “Sentir un poco de celos es bueno, significa que la otra persona te importa”. No, porque el amor no implica posesividad ni control. Querer es respetar y confiar.
  • “Si mi pareja está enamorada sabrá cuando estoy enfadado sin tener que preguntármelo”. No, en las relaciones debe haber comunicación asertiva y no pasivo-agresiva.
  • “Todos tenemos una media naranja”. No, somos personas completas. Tener pareja no es algo que necesitemos para ser felices y sentirnos realizados.
  • “Existe un amor para toda la vida”. No, las personas evolucionamos y las circunstancias pueden poner punto y final a una relación. En ocasiones, podrá retomarse. Otras veces no.
  • “Si tienes pareja y la amas, no pueden atraerte otras personas”. No, la atracción afectiva y sexual puede producirse aunque estés plenamente enamorado y tu relación sea monógama. Lo que realmente importa es cómo gestiones dicha atracción.

El caso de Víctor

La mezcla de una baja autoestima y los tópicos del amor romántico son el caldo de cultivo ideal para que surjan los celos, tal y como le sucedió a Víctor. Este joven de 24 años decidió acudir a terapia para aprender a gestionar sus celos. “Desde que tuve mi primera novia siempre he sido muy celoso. Ella también, y nos retroalimentábamos. Acabamos aislándonos de nuestros amigos y lo único que hacíamos era estar en casa, porque cada vez que salíamos había bronca”, recuerda.

Con los años, los celos no solo no desaparecieron, sino que fueron a más. “En la universidad me enamoré muchísimo de una chica, pero los celos me estaban matando. No quería que la relación se fuese a la mierda, así que jamás le dije lo que sentía. Me comía yo solo los celos y había noches que no dormía hasta que no llegaba a casa de fiesta y me escribía”, relata. “Después se fue de Erasmus y decidí dejarlo porque iba a ser torturarme”.

Actualmente Víctor está tratando psicológicamente sus celos. “Es un ejercicio de autoconocimiento brutal. También me parece importante educarse en el feminismo, una palabra que a muchos tíos les da miedo. Si quieres una relación feliz, tienes que respetar”.

¿Cómo acabar con los celos y la inseguridad?

  • Identifica la causa de tus celos. Reflexiona sobre tus anteriores relaciones y sobre la educación afectiva que has recibido tanto en casa como en tu grupo de amigos.
  • Trabaja tu autoestima. Deja de compararte con todas las amistades de tu novia o novio. Tú eres una persona única, y si tu pareja está contigo es porque le atraes y te quiere. Además, tu autoestima debe provenir de ti y no de la aprobación de nadie –ni siquiera de tu pareja–.
  • No atribuyas a tu pareja la responsabilidad de tus inseguridades. Es tarea tuya gestionarlas. Ella te puede apoyar, pero no a costa de su libertad ni de su salud mental.
  • Trabaja primero sobre tus conductas celotípicas. El primer paso es respetar la independencia de tu pareja. Nada de prohibir. Nada de criticar. Nada de vigilar. El segundo paso es aprender a gestionar tus pensamientos celotípicos.
  • No intentes poner celosa a tu pareja para que te entienda. Aunque a priori parezca el método ideal para que empatice contigo, solo os hará daño a los dos.
  • Hablad con calma y sinceridad. Evitad los reproches, sobre todo relativos a cosas que sucedieron en el pasado y ya están perdonadas.
  • Pide ayuda profesional. La terapia psicológica puede ayudarte a entender tus patrones celotípicos en un entorno seguro y confidencial.