¿Por qué consumir alimentos de temporada te ayuda a ti y al planeta?

Eva Cánovas (@dietaconsalud) 09/09/2015 13:44

De esa misma manera, con muchas prisas, afrontamos nuestra nutrición: queremos alimentarnos bien pero apenas tenemos tiempo. Cientos de miles de informaciones nos bombardean diciéndonos lo que es sano y lo que no. Y al final terminamos con tanto lío en la cabeza que ya no sabemos lo que es verdadero o forma parte de una leyenda urbana.

Ante esta situación lo mejor es simplificar, esquematizar y adquirir ciertos hábitos saludables y eficaces que nos acompañen durante nuestra vida y que podamos inculcar a las generaciones venideras.

La preferencia por los productos de temporada debería ser uno de estos hábitos saludables ya que te ayudará a cuidar tu cuerpo y generar un menor impacto en tu entorno. Habrá quien crea que esta recomendación está desfasada porque en el supermercado podemos encontrar de todo y todo el año… Entonces, ¿para qué rompernos la cabeza?

Pero lo cierto es que cuando no comes frutas, verduras y pescados de temporada y locales te expones a muchos factores que pueden afectar a tu salud, perjudicar el medioambiente o incluso dañar tu economía o la de tu entorno.

Estos son cinco razones para convencerte de que consumas productos de temporada:

1.- Las frutas y verduras que no son de temporada pueden ser menos frescas.

Puede que hayan sido recolectadas antes de tiempo y conservadas en cámaras frigoríficas para que cuando las consumamos estén en perfecto estado. Procesos artificiales se aplican para alterar la evolución natural de las frutas y así determinar en qué momento estarán maduras. Pero la maduración óptima se produce en la planta y una recolección temprana ocasiona que los frutos pierdan propiedades nutricionales y no mantengan ciertas cualidades como apariencia, textura o sabor. Es lo que llamamos propiedades organoépticas.

Del mismo modo, si un pescado ha de recorrer mucha distancia para llegar al lugar de venta o ha sido almacenado demasiado tiempo perderá frescura, será menos rico en nutrientes y no estará tan sabroso. Y hay pescados que no son de tu zona por lo que consumirlos a diario tiene los mismos efectos que si no fuesen de temporada.

2.- Los alimentos también pueden estar "maquillados".

Ciertos tratamientos con productos químicos, ceras u otras sustancias a los que someten a frutas y verduras para conservar su apariencia no son muy saludables. El pescado suele recibir productos químicos que mejoran su apariencia y olor. En otros países la legislación sobre este tipo de sustancias empleadas durante el cultivo puede ser diferente a la española o la europea. Infórmate sobre el origen de lo que comes: cómo ha sido cultivado o criado. ¡Mira las etiquetas!

3.- Cuidado con los transgénicos.

En España los alimentos transgénicos representan un pequeño tanto por ciento, pero Estados Unidos tiene el mayor índice de este tipo de productos modificados genéticamente. Se trata de un tema controvertido, pero hay dudas planteadas desde distintos ámbitos sobre su efecto en la salud. Pero sólo un dato: la Unión Europea se está blindando contra el cultivo en su territorio de estos alimentos modificados. ¿Por qué será?

4.- No permitas que tu dieta perjudique al planeta.

El consumo de productos que proceden de muy lejos deja una gran huella ecológica. El gasto energético que implica traer frutas, verduras y pescados de otros territorios es brutal. Y el mantenerlos en cámaras frigoríficas supone también un elevado gasto energético.

Resulta una locura que unos tomates tengan que recorrer enormes distancias cuando puedes obtenerlos mucho más cerca. Por supuesto que hay verduras, frutas y otros alimentos que no pueden darse aquí, pero consúmelos de manera responsable. ¿Crees necesario que unas cerezas o unos tomates crucen medio mundo hasta llegar a tu mesa?

5.- Comprar productos de temporada es más barato.

Si una fruta, verdura o pescado es de temporada habrá gran cantidad y podrá transportarse con rapidez y facilidad. No es necesario añadirle ningún producto químico y conserva todas sus propiedades y nutrientes. Además, estarás colaborando a que se vendan productos locales o nacionales, incentivando la economía más próxima.

Y por último, un truco.

Si escaldas las verduras y algunas frutas de temporada y luego las sumerges en agua fría unos pocos minutos, solo para matar bacterias, las podrás congelar posteriormente y disponer de ellas con todo su valor nutricional prácticamente igual que si fueran frescas. Pero ten cuidado, porque cada verdura o fruta requiere de tiempos diferentes de escaldado y no todas son aptas para ser congeladas. Por último, cuidado con las que adquieras en supermercados congeladas porque puede que ya estén tratadas químicamente.

En resumen, disfruta de las frutas, verduras y pescados de temporada. Será bueno para tu salud, para el medio ambiente y para tu bolsillo. ¡Tú decides!