El coronavirus y las medidas más surrealistas: En Panamá los hombres y las mujeres, días distintos para hacer las compras

  • Jaulas para los que violen la cuarentena, orden de disparar a matar en Filipinas

El confinamiento por el coronavirus ha provocado que cada Gobierno imponga sus medidas para respetar las restricciones a sus ciudadanos. Desde las multas, las jaulas y la orden de disparar a matar en Filipinas hasta la de organizar por días las compras por horas y sexo, en Panamá.

El Gobierno de Panamá, en tiempos de coronavirus, ha decretado que las mujeres y los hombres no pueden ir juntos a hacer la compra, de las únicas razones por las que se puede salir de casa. Para ello desde el pequeño país centroamericano han informado a sus ciudadanos que ellos solo podrán ir al supermercado los martes, jueves y sábados, mientras que ellas están autorizadas los lunes, miércoles y viernes.

Para todos, la ley obliga que para las compras solo se dispondrá de dos horas y apelan a la responsabilidad de todos. Los domingos, mujeres y hombres tendrán que estar en casa y nadie está autorizado a andar por las calles.

El Gobierno panameño había ordenado inicialmente a todos los ciudadanos que se quedaran en sus casas excepto en casos de emergencia y para comprar alimentos, pero alarmados por la cantidad de personas que estaba por las calles, las autoridades decidieron restringir las salidas por días y sexos.

En un pueblo italiano en la región de Lucca, el alcalde también ha puesto su sello particular para evitar la propagación del coronavirus. Así todas las personas deberán usar mascarilla de forma obligatoria en supermercado y lugares cerrados.

Cada país ha puesto sus propias normas para obligar a cumplir la cuarentena. En España, algunos alcaldes obligan a que los paseos con los perros sea a 200 metros del lugar de residencia para evitar las ocurrencias de algunos listillos, más interesados en evadirse del confinamiento que en sacar a la mascota a hacer sus necesidades fisiológicas. Así se han visto toda clase de escenas, desde personas con cerdos atados a una cuerda, cabras, algunos a kilómetros de su casa.

Las peores restricciones nos llegan de Filipinas, donde el presidente Rodrigo Duterte, con la justificación del coronavirus ha ordenado a los desobedientes el encierro en jaulas o más recientemente que la Policía y el Ejército dispare a matar a los que salgan de sus casas.