El coronavirus está siendo un golpe durísimo para las compañías aéreas y la estadounidense Delta ha querido mostrar cómo limpia hasta el último rincón en un país donde se teme que el virus empiece a extenderse. En el estado de Washington, al oeste del país, creen que podrían superar 60.000 casos en unas semanas.
A pesar de ello, lo peor podría estar ahora en el Este, cerca de la ciudad de Nueva York, donde se ha declarado una zona de contención de dos kilómetros en torno a la localidad de New Rochelle donde puede haber uno de los mayores focos.
Quien no parece preocupado es el presidente Donald Trump. Dice que seguirá estrechando manos y no piensa hacerse la prueba del coronavirus aunque haya podido estar en contacto con algún contagiado. Aunque Trump no lo tenga en cuenta, los políticos no se libran de este brote. La secretaria de estado de sanidad del Reino Unido ha dado positivo y en España, ayer VOX confirmó el caso de Ortega Smith.
Con unos 120.000 infectados ya en todo el mundo el coronavirus está llegando a nuevos países: Turquía y Congo con primeros casos. Líbano, y Panamá su primera muerte. En Iraq, los voluntarios recorren las calles desinfectando Basora, una ciudad muy vinculada a Irán donde tienen ya 300 muertes, el tercer país después de china e Italia.