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El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comparecido desde la Moncloa para hacer el balance diario del impacto del coronavirus en España, que este lunes, según las cifras del Ministerio de Sanidad, no suma ni un solo fallecido con COVID-19 a la cifra total, si bien han sido 56 los decesos contabilizados con fecha de defunción en los últimos 7 días.
Por otro lado, el día previo tan solo han sido 48 los casos de coronavirus diagnosticados, los cuales, ha indicado Simón, “no todos han iniciado síntomas en los últimos días”, siendo muchos de ellos asintomáticos.
Respecto a esto último, el epidemiólogo, --quien ha vuelto a alabar el esfuerzo de las comunidades autónomas y la respuesta de España en la detección precoz de los casos--, ha precisado que en los últimos 7 días han sido 247 los diagnosticados que han iniciado síntomas.
En este sentido, Fernando Simón ha señalado que “en el último mes, prácticamente un tercio de los casos eran asintomáticos”, y buena parte de ellos detectados a partir de cribados, algo que, ha dicho, “indica que la evolución de la epidemia en los casos enfermos es favorable”.
A este respecto, tras insistir en que las cifras de fallecidos, si bien son importantes especialmente a nivel social, no son indicadoras de la evolución de la epidemia en el día a día, ha recordado que el dato total se está “revisando por parte de las comunidades autónomas” y que, tan pronto como se hayan realizado todas las correcciones, se ofrecerá una estadística completa.
Por otra parte, atajando las informaciones que apuntan a que el virus podría estar debilitándose en este tiempo, Fernando Simón ha querido dejar claro que “no hay evidencias de que el virus en sí sea menos virulento”. Lo que sí es cierto, ha dicho, es que “a medida que va pasando la epidemia, la parte proporcional de casos graves y leves cambia”, y ahora, cuando España además ha ampliado su capacidad de detección, y de detección precoz, “el número de casos leves detectados es mayor”. “Detectamos más leves. La sensación general es de que el virus es menos grave o virulento, pero en realidad, aunque puede haber cambiado, la explicación más plausible es que detectamos más casos leves”.
En este contexto, el epidemiólogo ha detallado que ahora, comparando con los meses previos, "la edad media de los casos es 10 años menor".
Concretamente, ha detallado, antes del día 11 de mayo, momento en que se adoptó el nuevo sistema de vigilancia, “la edad media era de aproximadamente 61 o 62. Un poco más en el pico, un poco menos acercándonos al 11 de mayo. Desde el 11 de mayo la edad media es casi 10 años menos: 54 la edad media, 52 la edad mediana”, ha apuntado.
Todo ello, explica Simón, se traduce en que se están detectando “casos más jóvenes”, lo que se asocia, a su vez, a esa mayor de detección de casos más leves.
Antes, en los momentos cercanos al pico del contagio, la máxima de edad en los casos se situaba “alrededor de los 100 años”. “En el pico teníamos incluso de hasta 120”, ha dicho, indicando que ahora la tendencia ha cambiado significativamente.
“Esto también se observa en las hospitalizaciones”, ha añadido, explicando que en estos momentos 3.469 personas se encuentran hospitalizadas por COVID-19, de las que 2.823 se corresponden a personas ingresadas en planta y el resto en UCI.
A este respecto, ha señalado que en los peores momentos de la crisis, las camas hospitalarias estaban ocupadas en alrededor del 50%, lo cual, ha dicho, “es una barbaridad para una sola enfermedad” y “lo que puso en jaque a nuestro sistema sanitario”. Unas 45.000 camas de las 80.000 en total estaban ocupadas, mientras que ahora “el porcentaje de camas ocupadas es de un 3 o 4 por ciento”. Además, respecto a las UCI, se llegaron a ocupar 5.500 camas, lo que significa la práctica totalidad, dado que disponibles había 6.500, y solo después de los enormes esfuerzos realizados para ampliar la capacidad temporalmente por la emergencias sanitaria.
Ahora, en comparación, solo 527 permanecen ingresados en las Unidades de Cuidado Intensivo, quedando disponibles más de 3.000-3.500, lo que “nos pone en una situación muy buena ante posibles rebrotes”, ha dicho el epidemiólogo, indicando que la línea que está siguiendo la epidemia es la esperada. “Estamos ya en parámetros cercanos a lo habitual en cualquier otro año. El número de camas ocupado es muy bajo”, ha dicho, insistiendo en que esto también hace referencia a ese aumento en la detección de casos leves que, “por tanto, requieren menos hospitalización”. Es ello, ha dicho, lo que “está permitiendo estos descensos importantes”.
En cualquier caso, y para no llamar a ningún equívoco, Fernando Simón ha querido dejar claro que debemos seguir avanzando con cautela: “Estamos descendiendo muy rápido pero hay que tener prudencia. Sigue habiendo transmisión. Todavía tenemos brotes afortunadamente localizados, porque ahora detectamos de forma muy rápida, pero seguimos teniendo brotes que hasta ahora los estamos detectando bien. Cualquiera de estos brotes podría pasar desapercibido y generar nuevos incrementos de casos”, ha dicho, volviendo a hacer mención, como en comparecencias anteriores, al hecho de que próximamente, con la apertura al turismo extranjero desde el 1 de julio, debemos prepararnos para contener también posibles casos importados.
“Tenemos que seguir manteniendo medidas de precaución, tenemos que seguir siendo muy prudentes, pero eso no quiere decir que la evolución de la epidemia en nuestro país esté yendo en principio muy bien”, ha recalcado.