Detectan una mutación del coronavirus que es mucho más contagiosa pero no provoca síntomas más severos

  • Los investigadores aseguran que ahora es la versión "más común y dominante" del virus

  • La mutación, denominada G614, contagia entre 3 y 9 veces más

  • El estudio ha sido publicado en la revista 'Cell' y aún requiere más trabajo y evidencia

La comunidad científica continúa trabajando a destajo para intentar entender mejor el comportamiento del SARS-CoV-2 y ayudar a la creación de tratamientos eficaces y vacunas que permitan aplacar el impacto del coronavirus, que deja ya más de 10,7 millones de casos y más de medio millón de muertos en el mundo.

Con la COVID-19 extendiéndose por 216 países, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud, que alerta de que la pandemia, lejos de mejorar, continúa “acelerándose”, todos los esfuerzos por conocer al virus son cruciales. El propio Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, corroboraba este jueves desde Moncloa el mismo pronóstico con una frase concisa: “Europa va muy bien, pero el resto del mundo va de regular a mal”, dijo, poniendo ciertas matizaciones para dejar ver que tampoco Europa puede descuidarse y bajar la guardia en la lucha contra el coronavirus.

Y en esa lucha, precisamente, ha sido ahora un equipo internacional de científicos los que han publicado en la revista ‘Cell’ un exhaustivo trabajo en el que señalan que han detectado importantes signos de una nueva forma de coronavirus que se ha transmitido precisamente desde Europa hasta Estados Unidos y que se propaga todavía más.

Concretamente, según los expertos, la mutación contagia mucho más rápido pero al mismo tiempo parece provocar síntomas menos severos en los afectados, o al menos no son peores.

Es ahora la forma de infección dominante”, asegura Erica Ollman Saphire, del Instituto de Inmunología y el Consorcio de Inmunoterapia de La Jolla, participante de esta investigación, en declaraciones a CNN.

Este es ahora el virus”, afirma, reforzando las conclusiones del estudio, que señala que tras comprobar distintas secuencias genéticas y realizar distintas pruebas con animales, personas y células en laboratorios, todo indica que esta mutación es ahora más común y más infecciosa que otras versiones anteriores.

Metafóricamente, Saphire señala a CNN que lo que saben es que “el nuevo virus está en mejor forma”, pero indica que “no parece peor a primera vista”.

Sin evidencias de que la mutación impacte en la severidad de la COVID-19

Según la investigación, la mutación afectaría a la proteína denominada en inglés Spike (espiga), la estructura que el virus emplea para entrar en las células e infectarlas, y por ello ahora lo que los científicos analizan es si esto podría afectar de algún modo al desarrollo de la vacuna. La mayoría de las que se están probando se centran precisamente en esta proteína, pero emplean cepas antiguas del virus, por lo que es fundamental comprobar que todo el trabajo en este sentido continúa siendo útil.

De acuerdo al estudio, todo sugiere que esta mutación, a la que denominan G614, precisamente, ha reemplazado casi por completo a la que inicialmente se propagó por Europa y EEUU, llamada D614.

Según el biólogo Bette Korber, del Laboratorio Nacional de Los Álamos, quien también ha participado en el estudio, “no se han encontrado evidencias de que esta versión del coronavirus (G614) haya tenido un impacto en la severidad de la enfermedad”, algo que, indica, podría interpretarse como una buena noticia.

Es más infeccioso, pero no es más patogénico”, sostiene, añadiendo que hasta el 1 de marzo era raro encontrar esta mutación en Europa, pero que, a partir de finales de este mes, comenzó a “aumentar su incidencia en todo el mundo”.

Entre tres y nueve veces más infeccioso

Analizando tanto pacientes europeos como americanos, el estudio mantiene que es entre tres y nueve veces más infeccioso que su versión anterior, multiplicándose rápidamente en el tracto respiratorio superior (en la nariz, los senos nasales o paranasales y la garganta), si bien, analizando las pruebas de un millar de hospitalizados en Reino Unido, ninguno pareció tener peores síntomas que los de la cepa original.

En este sentido, los científicos señalan que las primeras versiones del G614 se detectaron en Italia el pasado 20 de febrero y, en cuestión de días, ya estaba circulando por numerosos territorios de Europa.

Lo positivo, indican, además de que no se hayan detectado síntomas más severos asociados a esta variante, es que se han obtenido resultados muy positivos al neutralizar la mutación usando el plasma sanguíneo de pacientes recuperados de COVID-19.

Concretamente, gracias a la donación de tres supervivientes de San Diego, observaron “si el rango de anticuerpos en sangre” que tenían “era tan efectivo neutralizando la nueva versión del virus como lo fue con la anterior”. Y de hecho “lo fue, e incluso un poco mejor”, señalan a CNN, asegurando que “fue un alivio”, porque tenían cierto temor de que, al crecer tan rápido y a niveles tan altos, el sistema inmune requiriese más esfuerzo para neutralizarlo, algo que no sucedió en el caso de estos seis pacientes.

No obstante, todavía queda mucho trabajo para poder contar con evidencias sólidas y para observar cómo las investigaciones se desarrollan y afectan en la elaboración de una posible vacuna.

En cualquier caso, a la espera de que todas sus hipótesis se confirmen, hay una conclusión que desde ya confirman: “Todo destaca el valor de lo que ya eran buenas ideas: llevar mascarillas y mantener el distanciamiento social”.