Un estudio apunta a la correlación entre los positivos por covid19 en EEUU y las cenas en restaurantes

  • El estudio compara las respuestas a un sondeo entre positivos y negativos por covid-19

  • Los investigadores han analizado el comportamiento de los participantes dos semanas antes de tener síntomas

  • Ha sido desarrollado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU

La expansión del coronavirus en todo el mundo continúa multiplicando también de forma paralela los esfuerzos de la comunidad científica por intentar entender cada vez mejor el comportamiento del SARS-CoV-2. En el camino hacia nuevas estrategias y nuevos tratamientos que, a la espera de una vacuna segura y eficaz, permitan poner freno a una pandemia que deja ya más de 28 millones de casos y más de 906.000 muertes en todo el planeta, los expertos no paran de trabajar en proyectos y estudios que lleven a una reducción del impacto del virus.

Recientemente, impulsados por este propósito y en un afán de satisfacer la necesidad de conocimiento, investigadores de Estados Unidos se han aventurado a realizar un estudio destinado a establecer una correlación entre pacientes que han dado positivo por covid19 y sus comportamientos durante los 14 días previos al desarrollo de síntomas de la enfermedad; antes de caer enfermos.

Realizando una encuesta a un grupo de 314 adultos, entre los cuales se encontraban 154 positivos y 160 negativos con el objetivo de poder establecer una comparación, los autores del estudio, que ha sido desarrollado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, realizaron una retahíla de preguntas a los participantes para intentar extrapolar y dirimir al respecto de lo que podrían ser factores de riesgo.

Entre las cuestiones formuladas, los individuos que aceptaron formar parte del sondeo respondieron al respecto de si llevaban mascarilla cuando estaban en un espacio público, si habían salido a comprar, si se habían reunido con menos de 10 personas en una casa, si habían ido a la oficina, al gimnasio o a una reunión de culto religioso, si habían usado el transporte público o si habían salido a tomar algo a un bar o a cenar a un restaurante.

Un dato reseñable

De este modo, atendiendo a las contestaciones de los participantes, que pertenecían a 10 estados diferentes de EEUU, observaron por ejemplo que un 42% de los adultos que dieron positivo por covid-19 habían manifestado haber tenido contacto con al menos una persona conocida con la enfermedad, en comparación con el 14% de los que dieron negativo. Además, la mayoría de los contactos estrechos eran familiares.

De igual forma, se percataron de que el 71% de los adultos con covid19 y el 74% de los que dieron negativo aseguraron usar siempre mascarilla mientras estaban en un lugar público.

Sin embargo, en el resto de cuestiones no encontraron unos datos especialmente reseñables en la comparativa salvo en uno que sí les ha llamado poderosamente la atención y sobre el cual han establecido una correlación significativa: entre los participantes, los positivos por covid-19 que contestaron haber estado cenando en un restaurante los 14 días previos a experimentar síntomas son prácticamente el doble que los negativos, dejando entrever que ello pudo haber sido un factor de riesgo trascendente.

Limitaciones en el estudio: faltan más evidencias

No obstante, esta conclusión hay que interpretarla con mucha cautela y, ante todo, desde la perspectiva de que el estudio presenta importantes limitaciones. Entre ellas, por ejemplo, una muy evidente: la cuestión relativa a la cena en los restaurantes ni siquiera ahonda al respecto de si se efectuó en un interior o en un exterior. Tampoco analiza si esa cena se efectuó con una, dos o diez personas, ni en qué contexto y bajo qué condiciones, en definitiva, se efectuó dicha cena.

En su defensa, el estudio sostiene que los distintos informes apuntan que “la exposición al virus en los restaurantes está relacionada con la circulación del aire. La dirección, la ventilación y la intensidad pueden afectar a la transmisión, incluso si las medidas de distancia social y las mascarillas se implementan adecuadamente”.

Las mascarillas no pueden utilizarse correctamente mientras se come y se bebe, mientras que ir a comprar u otras numerosas actividades de interior no excluyen el uso de mascarilla”, apuntan.

Sin embargo, el estudio ya tiene también una respuesta de entidad: la Asociación de Funcionarios de la Alimentación y los Medicamentos de EEUU, que ha advertido efectivamente de que el estudio necesita todavía mucho más trabajo y se necesitan muchas más evidencias. Entre otras cosas, además de lo citado, apuntan que tampoco se valora la frecuencia con la que los participantes acudieron a los restaurantes esas dos semanas previas a enfermar, al tiempo en que se repara en que estos establecimientos, como los bares, aplican medidas muy variadas destinadas a proteger del contagio y que, además, esas medidas difieren significativamente según los estados.

A este respecto, a lo que llaman es a tomar las precauciones que imperan y a las que se refieren autoridades sanitarias en todo el mundo: uso de mascarilla, distancia social y lavado de manos frecuente, manteniendo una correcta higiene tanto en la esfera privada como en la pública.