Visitas a amigos y familiares: cómo evitar el contagio por COVID-19

  • Más de la mitad de España entra en la fase 1

  • En fase 1 está permitido reunirse con familiares y amigos

  • Es importante respetar las medidas de seguridad e higiene

Más de la mitad de España entra el lunes en la fase 1 que ha iniciado el Gobierno para la vuelta a la "nueva normalidad" por la crisis del coronavirus. Tal y como han reiterado cuantiosas veces, aprender a convivir con el virus será imprescindible hasta la llegada de una nueva vacuna.

La entrada en la fase 1 supone, entre otras cosas, que los habitantes de los territorios donde se aplique ya podrán visitar tras casi dos meses a sus familiares y amigos. Eso sí, con un límite de 10 personas en el sitio, sin contar las personas convivientes.

Medidas de seguridad e higiene

En todo caso, según dicta el BOE, "durante estos contactos sociales con terceros no convivientes deberán respetarse las medidas de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias para la prevención del COVID-19".

Estas se refieren, como ya hemos hecho hasta el momento, a la distancia mínima de seguridad de dos metros o a las medidas alternativas de protección física como la de higiene de manos o el uso de mascarilla.

Con un virus que en España ya ha dejado más de 26 299 muertos y 222 857 contagiados, la “responsabilidad individual” es vital, según indicó el viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras anunciar las comunidades que cumplían los requisitos para pasar a la fase 1 y recordar, precisamente, estas medidas de prevención.

Pero, ¿podemos hacer algo más para evitar el contagio cuando el contacto social vuelve? ¿debemos tomar alguna medida si un familiar visita nuestra casa? El doctor Esteban Pérez Almeida da una respuesta afirmativa a COPE.es, desgranando una serie de gestos que ya hemos aplicado en nuestros domicilios.

Limpieza de superficies

Por ejemplo, desinfectar frecuentemente las superficies que se hayan tocado donde el virus puede permanecer hasta nueve días. Para ello se deben usar desinfectantes domésticos comunes que contengan lejía diluida en una proporción de una parte de lejía por cada 99 de agua (la mayoría de las lejías domésticas contienen hipoclorito de sodio al 5 %).

Además, conviene que el visitante dejar los zapatos a la entrada de la vivienda. La razón para ellos es que el virus puede permanecer en las suelas, según indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Estos demostraron que la mitad de los trabajadores de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) portaban COVID-19 en las suelas de sus zapatos.

A este respecto, el doctor Xavier Xercavins, experto en Medicina Preventiva de Doctoralia, ya señaló a Informativos Telecinco lo que se debía de hacer: “Ya con la puerta abierta, recomiendo tener una bandeja de plástico (o recipiente) a la entrada para limpiar la suela de los zapatos o zapatillas. La bandeja (o recipiente) debe contener agua y lejía, una mezcla que utilizaban nuestras abuelas. Esto sirve para desinfectar la suela de los zapatos –hay que echar un vaso por medio cubo de agua-. Deben caber los dos pies. Vale solo con meter un poco la suela, hay que vigilar no manchar los pantalones”.

"También se recomienda tener una alfombrilla para secar la suela de los zapatos, una vez nos hemos puesto de pie sobre la bandeja para desinfectar las suelas. A partir de aquí, la alfombrilla está estéril, no tiene virus con la solución que hemos propuesto. De esta manera ya puedes entrar al piso y no hace falta cambiarte de zapatos", añadió.

Evitar el ascensor

El mismo doctor insiste en la importancia de evitar el ascensor o de abrir las puertas con las mangas: “El virus va en 'gotitas' cuando sale de la boca o la nariz. Son gotas gordas, no es común que esté en las finas. Estas gotas caen al suelo, por lo tanto, en medio minuto, si entraran en contacto las secreciones con la botonera del ascensor, no habría virus. Se puede ir en ascensor –si ha pasado un minuto sin que haya nadie-, siempre solo y si es posible con el desinfectante”.

“Se recomienda abrir las puertas con la manga si no queremos usar la mano. Pero, aunque te contamines las manos, el tema está en que inconscientemente nos tocamos la cara, es lo que más hay que evitar, es vital (también las gafas). No hay que ponerse el dedo en la nariz, la boca o los ojos (son las tres puertas de entrada). El virus no entra por la piel de la mano. Te puedes contaminar la mano tanto como quieras que el virus no penetra. Ahora, si te tocas el ojo, por ejemplo, pues te vas a infectar. Las manos son el vehículo en el que se transporta el germen”, añade.