El frío afecta a las emociones ¿realidad o mito? Lo descubrimos con expertos

Adela Leonsegui (@AdelaLeonsegui) 14/10/2016 10:01

Si un día gris te pone gris y con un día frío te vuelves triste, es porque coincidiendo con la llegada del otoño los niveles de serotonina se ven modificados, esa es la razón por la que los cambios climáticos pueden afectar al estado de ánimo. Concretamente, el otoño y el invierno pueden provocar decaimiento, desánimo, apatía e incluso falta de concentración y mal humor.

Pero no sólo el descenso de la luz solar hace que varíen tus emociones. El psiquiatra Antoni Bulbena -responsable del Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona- habla en la revista Quo de estrés meteorológico en los siguientes términos: el ser humano busca un confort climático caracterizado por parámetros de temperatura (20-25ºC), humedad, velocidad del aire y presión. Fuera de estos baremos se da el estrés meteorológico, que pone a prueba los mecanismos de adaptación. El trastorno más común es el afectivo estacional, quienes lo sufren viven el invierno como una suerte de letargo, con fatiga, sueño, tristeza y apatía.

Ante la aparición de una ola brusca de calor o frío, la respuesta dependerá de la genética, estado de salud general, presencia de ciertas patologías… y sobre este extremo existen numerosas investigaciones que tratan de demostrar la relación entre la meteorología y las urgencias psiquiátricas. En la realizada conjuntamente por el Instituto de Medicina Legal de Cataluña y la Unidad de Rehabilitación Hospitalaria del Hospital Psiquiátrico Universitario Instituto Pere Mata de Reus, se recoge que “la carencia de luz diurna y las bajas temperaturas se han relacionado con el desarrollo de cuadros depresivos en invierno”.

Pero es indudable que el frío afecta prácticamente a todo el mundo y cuando no existen patologías médicas se puede hacer frente a esos cambios que el frío provoca en el estado de ánimo. La mejor manera es llevar una alimentación rica en vitaminas y minerales, en concreto con frutas y frutos secos ricos en magnesio y vitamina B6, verduras de hoja verde, legumbres, cereales integrales y proteína animal que también tiene un alto contenido en magnesio.

Además existen otras pautas que pueden ayudar a subirte el ánimos: practicar una rutina de ejercicio que active tu cuerpo y relaje tu mente, dormir las horas necesarias para recuperarte, reservar tiempo para disfrutar de tu ocio, tu familia y tus amigos, pasear al aire libre reservar tiempo para aprovechar las horas de luz y dedicar tiempo y espacio sólo para ti.