Una pandemia terrible ha puesto en marcha en toda España un operativo militar sin precedentes, la operación Balmis. Nuestro compañero José Rocamora ha entrado en su centro de mando, lugar desde donde las Fuerzas Armadas coordinan la titánica lucha contra el coronavirus.
Aquí se ponen en funcionamiento una media de 300 operaciones diarias. Esto supone el mayor despliegue militar en territorio nacional conocido hasta ahora. “Estamos recibiendo a 500 a 600 peticiones diarias: apoyo a las Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, apoyo sanitario, apoyo logístico que son coordinadas en este centro”, nos cuenta Alberto Cortelle, Jefe del Centro de Operaciones de la operación Balmis.
Cargados de material. Así envían a la UME a IFEMA. 150 camas y kits de higiene ya están preparados pero se coordinan con el Samur social para ampliar la capacidad y dotarlo de infraestructuras, módulos de ducha para 500 personas y ampliación de la capacidad de comedores. Es la parte más social de la intervención de las Fuerzas Armadas. “Con estos dos componentes de motivación y ayuda de la propia sociedad. El esfuerzo que estamos haciendo se hace con ganas y todavía queda fuelle para más”, comenta Juan Bustamante, portavoz del Mando de Operaciones.
Calles, aeropuertos y estaciones de tren quedan en sus manos. Aunque no solo desinfectan. Montan hospitales de campaña, como el de Zaragoza, donde han adecuado el parking del Hospital Clínico para levantar una carpa de enfermos y aliviar así la carga de los hospitales.
La Operación Balmis, que recibe su nombre en honor al del médico personal del rey Carlos IV, que convenció al monarca para extender por América del Sur la vacuna de la viruela, ya ha actuado por más de 500 localidades españolas y tiene desplegados desde principios de mes más de 8.000 efectivos, cifra en la que se incluye el personal de las instalaciones sanitarias de Defensa. También se ha incorporado a las tareas la Guardia Real.