Para saber exactamente qué transformaciones se producen en nuestro cuerpo al llegar la primavera, hablamos con el Servicio de Psiquiatría de la Clínica de la Salud de Cádiz, desde donde nos cuentan que la explicación no es única, que intervienen varios factores que afectan a nivel genético, neuroendocrino o cerebral, pero también respiratorio y dermatológico.
La explicación médica
Según nos dicen desde el Servicio de Psiquiatría de la Clínica de la Salud de Cádiz, “los médicos cuentan con algunas hipótesis para explicar los cambios de humor que experimentan algunas personas con la llegada de la primavera. Hay para quienes la primavera es tiempo de lamento, para otros, por el contrario, cuando dejan atrás los tenues meses del otoño e invierno, la alegría brota con la luz primaveral.
La luz, su calidad, intensidad y duración, a través de una serie de factores genéticos que marcan la estacionalidad y un complejo entramado neuroendocrino que parte de las células ganglionares de la retina y se adentra hasta el hipotálamo y áreas cerebrales relacionadas, modifica sensiblemente la conducta, el humor y el rendimiento cognitivo de los seres humanos.”
A nivel hormonal, la explicación puede estar los cambios que se producen en la segregación de melatonina, oxitocina, dopamina, serotonina y noradrenalina.
El papel de la melatonina
La melatonina es una hormona que controla los ciclos diarios de sueño en función de la luz (a más luz, menos secreción de melatonina) y que, además, interviniene en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos. En general, se incrementan los niveles de melatonina cuando se reduce la luz ambiental y se reducen con los rayos del sol, esto explica que en primavera disminuya su producción. El funcionamiento de la melatonina afecta al estado de ánimo porque una disminución en la producción de melatonina se traduce en un aumento de la secreción de oxitocina, dopamina, serotonina y noradrenalina.
Cómo afecta la secreción de oxitocina
Esta hormona no es sólo responsable de las contracciones del útero en el parto, sino que, como neurotransmisor, actúa produciendo muchos otros efectos en el sistema nervioso central interviniendo en el comportamiento relacionado con las relaciones afectivas, con la conducta maternal y paternal, participa en la creación de vínculos estables y se asocia al contacto físico y el orgasmo. Por todas estas razones se la denomina “hormona del amor” y se dispara en primavera.
Cómo afecta la producción de dopamina
Lo llaman el neurotransmisor del placer, es precursor de la noradrenalina y la adrenalina y se ve modulada por la serotonina. Cuando la dopamina disminuye también lo hacen las endorfinas y entre otras funciones tiene la de regular el humor, la motivación y el placer, es clave para promover la sexualidad, el deseo y los procesos de seducción. Se libera tanto ante estímulos placenteros como desagradables, y gestiona el sistema de recompensa del cerebro haciendo que repitamos conductas que nos proporcionan bienestar.
Cómo afecta la producción de serotonina
Se trata de otro neurotransmisor al que llaman la hormona de la felicidad porque genera sensaciones de bienestar, relajación y satisfacción. Entre sus funciones se encuentra la regulación del estado de ánimo, ya que cuando se libera en su justa medida genera optimismo y sociabilidad, aumenta la felicidad y mejora el humor.
Cómo afecta la producción de noradrenalina
Es un neurotransmisor que se conoce como la hormona del estrés porque estimula la producción de adrenalina pero, además, está implicada en el mantenimiento de la atención, eleva la frecuencia cardiaca y el tono muscular, regula el estado de ánimo y está vinculada a la sensación de placer en las relaciones sexuales.
Hay que hablar de la parte negativa
No obstante, no todo son alegrías para el cuerpo y desde el Servicio de Psiquiatría nos explican que la primavera también puede traer aparejado un estado de ánimo de decaimiento: “desafortunadamente para algunos, la llegada de días más largos, templados y luminosos, se acompaña también de la floración de numerosas especies, viéndose sensiblemente modificada la calidad del aire que respiramos. Entonces, algunas personas sufrirán procesos alérgicos bronquiales, nasales, dermatológicos o varios de ellos. De estos, una proporción significativa desarrollará, también, síntomas emocionales.
Probablemente, las responsables de estos estados de desmoralización en personas que sufren procesos de alergia sean algunas de las sustancias propias de estos procesos inflamatorios, las interleuquinas, que una vez atraviesan la barrera hematoencefálica, acceden al cerebro y desarrollan cambios en la transmisión de información de zonas corticales implicadas en la regulación de los estados de ánimo.”