La primavera trompetera ya llegó: cómo saber si sudas lo normal o tienes una enfermedad

eltiempohoy.es 14/05/2018 16:48

Cuando el exceso de sudoración no se debe a factores externos como la subida de las temperaturas, hay que hablar de hiperhidrosis, una enfermedad que provoca el aumento de actividad de las glándulas sudoríparas aunque el ambiente sea fresco y no se realice actividad física. Puede tener diferentes grados y, en el peor de los casos, afectar a la vida normal de quien la padece. Aunque es una enfermedad crónica, detectarla es el primer paso para tenerla bajo control.

Síntomas de la hiperhidrosis

Se trata de una enfermedad hereditaria, aunque también puede aparecer de manera puntual como consecuencia de un proceso médico u hormonal (embarazo o menopausia). No existe una “cantidad de sudor” que determine cuándo la sudoración es excesiva, pero los siguientes síntomas pueden ayudar a su diagnóstico:

- El exceso de sudoración se presenta al menos una vez a la semana durante seis meses

- Se localiza fundamentalmente en palmas de las manos, pies y axilas aunque otras zonas pueden ser cara, espalda y el pecho, con independencia del calor y la actividad física

- Suele ser simétrica y no aparece durante la noche

- Existe predisposición genética y suele comenzar antes de los 25 años

Cómo se realiza el diagnóstico

Si los anteriores síntomas hacen sospechar que el exceso de sudoración puede ser hiperhidrosis, es necesario diagnosticarla por un médico. Para descartar causas hormonales o derivadas de otras enfermedades, será necesario un análisis de laboratorio. Una vez eliminada esa posibilidad, existen ciertas prácticas clínicas para diagnosticarla como el test de almidón y yodo, las medidas gravimétricas, el pañuelo de papel o la violeta de genciana.

Tratamientos para inhibir el exceso de sudoración

El problema de la hiperhidrosis es que los antitranspirantes comunes no son eficaces, por eso es necesario el diagnóstico de la enfermedad, para adoptar el tratamiento más adecuado para cada caso: tópicos, sistémicos o químicos.

Entre los tratamientos tópicos más comunes están los antitranspirantes con cloruro de aluminio y las soluciones con glicopirrolato, que se venden con receta médica. Otra opción es recurrir inyecciones de toxina botulímica, que disminuye la sudoración durante un período de 6 meses que es poco dolorosa y tiene muy buenos resultados en axilas y plantas de los pies.

Los sistemas sistémicos son fármacos que se utilizan cuando los anteriores no funcionan. Uno de los más habituales son los anticolinérgicos, aunque será necesario utilizar ansiolíticos cuando se sospecha que la causa de la hiperhidrosis es emocional.

Si nada de lo anterior consigue detener el exceso de sudoración, existe la opción de recurrir a un tratamiento quirúrgico, entre los que hay que mencionar la cirugía axilar y la simpatectomía que trata la hiperhidrosis palmar, axilar, facial, podal y el rubor facial.

En cualquier caso, será el médico quien decida el tipo de tratamiento a seguir según el grado en que se encuentre la enfermedad.