Brote en Andalucía: qué relación hay entre la encefalitis y el virus del Nilo-Occidental

  • Detectan dos brotes del virus del Nilo-Occidental en explotaciones de caballos de Huelva y Cádiz

  • El 80% de las infecciones por el virus del Nilo-Occidental son asintomáticas

La Junta de Andalucía ha informado de la detección de un brote de encefalitis vírica en la provincia de Sevilla. De momento han sido ingresadas 16 personas, de las localidades de Coria del Río y Puebla del Río, cinco de ellas en la UCI.

Los virus que pueden causar encefalitis son diversos e incluyen entre otros el virus de Epstein-Barr, el virus de la varicela-zóster, el virus de Coxsackie, el virus de la poliomielitis, el virus de la rabia, el virus de Powassan o diversos virus transmitidos por mosquitos como el virus del Nilo Occidental, el virus de la encefalitis de San Luis o el virus de LaCrosse.

Por ahora se descarta el virus del Nilo-Occidental, pero...

Al parecer, los pacientes ingresados en Sevilla han desarrollado encefalitis tras sufrir picaduras de mosquitos, lo cual ha motivado que la Junta de Andalucía active el protocolo de vigilancia y alerta ante enfermedades, con el fin de evitar la propagación de la infección y facilitar su control. Uno de los principales sospechosos es el virus del Nilo Occidental pero varios pacientes ya han dado negativo a la prueba de detección de este virus.

No obstante, todavía no podemos descartar ninguna posibilidad porque el lunes 10 de agosto la Junta de Andalucía declaró dos focos de encefalitis del virus de Nilo Occidental en dos explotaciones de caballos de Gibraleón (Huelva) y Jerez de la Frontera (Cádiz). En cada una de las explotaciones al menos un caballo dio positivo en la prueba de detección del virus. Teniendo en cuenta que los brotes epizoóticos en los animales preceden a los casos en los seres humanos, el establecimiento de un sistema adecuado de vigilancia es fundamental.

España, país propicio a la circulación del virus del Nilo-Occidental

La vía de transmisión más frecuente del virus del Nilo Occidental es por picadura de mosquitos infectados porque tanto el ser humano como el caballo son hospedadores finales, lo que significa que pueden infectarse, pero no propagar la infección. Es decir, una persona infectada no contagia a otra persona salvo en situaciones excepcionales como por ejemplo los trasplantes o las trasfusiones de sangre. No obstante, en muchos países, los protocolos de transfusión incorporan pruebas de detección del virus, por lo que la infección asociada a la transfusión es rara.

El reservorio primario del virus son las aves y el vector de transmisión son los mosquitos, con frecuencia los del género Culex. Varias especies de Culex (Culex pipiens, Culex modestus, Culex perexiguus y Culex theileri) están distribuidas ampliamente en la Península Ibérica, siendo la especie Culex pipiens el vector más común del virus del Nilo Occidental en Europa. En España, las condiciones óptimas de temperatura para la presencia del mosquito Culex pipiens y la posible circulación del virus del Nilo Occidental se producen entre los meses de abril y octubre.

Desde 1996, la OMS considera la Fiebre por el virus del Nilo Occidental como enfermedad re-emergente en Europa.

El primer caso reportado de infección por el virus del Nilo Occidental fue descrito en 1937 en una mujer del distrito del Nilo Occidental de Uganda. Desde 1996, la OMS considera la Fiebre por el virus del Nilo Occidental como enfermedad re-emergente en Europa. No hay vacunas para uso en humanos ni medicamentos antivirales específicos. El tratamiento es sintomático y de apoyo. En España, desde el año 2010 han acontecido diferentes brotes en équidos y en humanos lo que pone de manifiesto que el virus circula por nuestro país. En el año 2019 fueron declarados 5 focos en las provincias de Huelva y Sevilla.

La mayoría, infecciones asintomáticas

La mayoría de las infecciones en los seres humanos (en torno al 80%) son asintomáticas. El 20% desarrollan síntomas leves como mialgias, artralgias, náuseas, vómitos y adenopatías, pero alrededor del 1% padecen complicaciones graves como encefalitis, meningitis, parálisis fláccida, pancreatitis, etc.

Las zonas de mayor riesgo son aquellas en las que confluyen distintos factores ecológicos como ecosistemas húmedos (deltas de ríos, humedales, etc.) con temperaturas ambientales moderadas y presencia numerosa de aves que mantienen el ciclo ave-mosquito. La mejor prevención es evitar las picaduras de los mosquitos, ya sea utilizando repelentes, instalando mosquiteras en puertas y ventanas o vistiendo ropa de manga larga y de colores claros que nos permitan detectar con rapidez a los insectos.