Se pone en marcha el RutiCar, atención médica sin salir del coche

  • El punto de atención hospitalaria sin bajarnos del coche

  • Pretende reducir la circulación de pacientes por el Hospital para reducir el riesgo de contagios

  • Los primeros serán los pacientes con marcapasos

Recibir atención médica sin bajarnos del coche, al estilo de los servicios de recogida de comida para llevar para vehículos que hay en muchos restaurantes. Un servicio similar es el que ya se ha puesto en marcha en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona. Se llama RutiCar y permite disminuir el número de pacientes que circulan por el centro y reducir así los riesgos de infección por coronavirus.

El RutiCar es el nuevo punto de atención hospitalaria con vehículo de este centro hospitalario de Badalona, el cual permitirá realizar determinadas atenciones sanitarias sin la necesidad de acceder al interior del centro. Se trata de un proyecto piloto que se puso en funcionamiento el pasado lunes, y que de momento atenderá a pacientes que deben hacer revisiones periódicas de marcapasos, un tipo de atención que no llega a los 10 minutos y que se puede hacer de forma absolutamente segura sin salir del coche, como ha anunciado en un comunicado el Hospital.

El RutiCar está ubicado a 400 de la puerta de urgencias del hospital, en una zona de fácil acceso con vehículo privado y que permite que haya diferentes coches esperando a ser atendidos. La atención se hace con cita previa y sólo en los horarios indicados, de lunes a miércoles. Está previsto que en estos primeros tres meses que durará el piloto pueda atender a 600 pacientes, pero se trata de una consulta del Servicio de Cardiología que atiende a un total de 3.000 pacientes en activo que se podrían ver beneficiadas.

Revisión del marcapasos sin salir del coche

Los primeros usuarios del RutiCar serán personas portadoras de dispositivos implantables para control del ritmo cardíaco (DICRC), donde destacan los usuarios de marcapasos, pero también se pueden incluir desfibriladores automáticos, y holters implantables. Estos pacientes requieren controles periódicos, ya sea para hacer el control del correcto funcionamiento del dispositivo (batería, umbrales de estimulación, programación subóptima, etc.) como por el control clínico de los pacientes (aparición de nuevas arritmias, síntomas, complicaciones de la herida, etc). La periodicidad de estos seguimientos depende de factores como la situación clínica de los pacientes, el tipo de dispositivo, la disponibilidad de monitorización remota automática, etc.

A nivel global, estos pacientes representan un volumen muy destacable de visitas a consultas, ya que el número de implantes de dispositivos sigue un crecimiento continuo, los pacientes son seguidos de por vida y no se pueden derivar a otros centros de menor complejidad ya que requieren además de experiencia y la interacción de cada dispositivo con programadores específicos. La mayoría de estos pacientes (un 75%) son portadores de marcapasos y la mayoría de estos son pacientes estables, sin patologías complejas y el seguimiento rutinario se realiza a través de consultas de enfermería en las que se revisan los parámetros de correcto funcionamiento.

Roger Villuendas, Coordinador de la Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Germans Trias, considera que "este es un cambio muy importante en la manera de atender los pacientes que nos permite dar un paso adelante hacia la monitorización remota de todos los dispositivos de control del ritmo cardíaco ". "Las revisiones remotas son tan eficaces y seguras como las presenciales y además nos permiten reducir el tiempo de la visita y los costes, y es bien aceptada por los pacientes y por sus acompañantes", explica, y añade: "En tiempos de pandemia también permite reducir los riesgos de contagio en una población que es mayoritariamente de edad avanzada ya menudo con problemas de movilidad".