La curva de contagios sube mientras seguimos de cañas, copas y veraneo

  • En solo dos semanas España ha triplicado la incidencia acumulada

  • El último balance del coronavirus marca récord de contagios en la nueva normalidad: 971 casos

  • Tras la obligatoriedad de la mascarilla, las CCAA buscan poner cerco al ocio nocturno

La proliferación de brotes de coronavirus continúa poniendo a España en jaque. Ya son 281 los que permanecen activos, según cifras del Ministerio de Sanidad, que asocia un total de 3.200 positivos por COVID-19 a todos ellos. Los números dan motivos para la preocupación: en el último balance han sido un total de 971 los casos diagnosticados en 24 horas; una marca récord en el marco de la denominada ‘nueva normalidad’.

Durante la comparecencia en Moncloa para valorar la situación epidemiológica del país, este jueves la propia doctora María José Sierra, jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha constatado lo que resulta evidente: “Estamos ascendiendo en la curva”. Lo demuestran los datos: “En dos semanas, hemos triplicado la incidencia acumulada”, y día tras día, salvo anecdóticas excepciones, los contagios van en aumento.

“El virus no ha desaparecido”, ha advertido Sierra, quien ha incidido en la necesidad de que las comunidades autónomas actúen con contundencia aplicando medidas restrictivas de forma temprana y que los ciudadanos, a su vez, ejerzan con responsabilidad individual.

“Si no hacemos todos un esfuerzo, no lo vamos a controlar”, ha advertido, y la realidad es que en los últimos días, pese al trágico balance de la pandemia en nuestro país, con más de 28.400 muertos, pese al drama y los devastadores efectos del SARS-CoV-2 y pese a las múltiples advertencias que llegan desde las voces más expertas tanto desde el ámbito nacional como el internacional… todavía son muchos los que parecen hacer oídos sordos a la necesidad de extremar las medidas de prevención del contagio. Y no se trata de no divertirse, se trata de "hacerlo de otra forma", con responsabilidad y "sensatez", insisten.

Fiestas sin mascarillas, bares llenos y playas a rebosar

En el marco de una España asfixiada por las altas temperaturas, son muchos los que optan por llevar la mascarilla mal colocada o incluso por no llevarla hasta cuando no se mantiene una distancia mínima de seguridad de dos metros; un craso error, –señalan las autoridades sanitarias–, para el objetivo de intentar frenar la transmisión del virus.

Además, muchas de las playas de nuestro país, llenas de bañistas deseando darse un chapuzón para huir del calor, lucen a rebosar, siendo un caldero en el cual se concentran enormes aglomeraciones de personas, multiplicando así las posibilidades de transmisión –pese a estar en un espacio abierto– al no mantenerse las distancias.

Al mismo tiempo, muchos de los bares y terrazas que sí han conseguido levantar su negocio en la nueva normalidad se convierten también en un hervidero de personas donde en ocasiones tampoco se respetan las recomendaciones sanitarias, incluso en el supuesto de que el establecimiento cumpla estrictamente con los protocolos y ponga todo su esfuerzo en ello.

Más allá, el foco se concentra ahora en las fiestas y en el ocio nocturno: las discotecas están siendo uno de los brotes que más preocupan a Sanidad y a las comunidades autónomas. Por sus características, cuando se produce un contagio en este ámbito, se generan muchos casos y los contactos son muy difíciles de rastrear. Los brotes que provocan tienen una trazabilidad sumamente compleja y con ello se multiplican los riesgos, lo que se traduce en un cóctel perfecto para la transmisión a nivel comunitario. "Son muy difíciles de controlar".

"Los brotes relacionados con el ocio, discotecas, grandes fiestas, familiares y amigos están aumentando, son brotes de una magnitud importante, algunos de más de 100 personas, y quiero apelar a la responsabilidad de todos, de todas las edades. Los lugares son muy claros, las medidas son muy claras y creo que es un esfuerzo de todos", ha insistido este jueves la doctora Sierra.

El ocio nocturno, en el punto de mira

En esta línea, las comunidades autónomas estrechan ahora el cerco sobre el ocio nocturno. Si primero llegó la imposición de la mascarilla obligatoria haya o no haya distancia de seguridad, algo que se ha aplicado de forma regional en todas las comunidades autónomas, salvo Madrid y Canarias, donde por el momento se resisten, ahora las distintas consejerías de Sanidad de cada autonomía están incrementando las restricciones para evitar, precisamente, la propagación del virus a través de discotecas, pubs, fiestas o botellones.

En este sentido, el movimiento más contundente llega desde Aragón, donde la ciudad de Zaragoza y las comarcas Central, del Bajo Cinca, Bajo Aragón-Caspe y Los Monegros volverán este viernes a la fase 2 de la desescalada "tal cual la definió el Ministerio de Sanidad". Con ello, se restringirá el ocio nocturno con el cierre obligatorio de los establecimientos a las 00:00 horas. Además, las peñas recreativas deberán cerrar y se prohibirá hacer botellones, al tiempo en que las agrupaciones sociales permitidas serán de un máximo de 10 personas tanto en espacio público como cerrado; medidas que producen después de que haya un total de 959 positivos acumulados desde el pasado lunes.

Junto a Aragón, la otra comunidad que “más preocupa”, como reconoce Sanidad, es Cataluña, que ha sumado otros 1.949 contagios en el último recuento. Desde la Generalitat ven “crítica” la propagación de la pandemia y se plantean ya cerrar el ocio nocturno en toda la comunidad.

Desde el País Vasco, así mismo, es la consejera vasca de Salud, Nekane Murga, quien asegura que el Gobierno vasco estudia restricciones en el mismo ámbito porque "está favoreciendo la transmisión" del COVID-19. Entre los casos registrados, ha citado el de un local hostelero de Bilbao, al que se está haciendo seguimiento, con 33 casos positivos en las últimas 72 horas.

Preocupa el aumento de la edad de los casos

Mientras, desde el Ministerio de Sanidad recalcan que, por el momento, el vertiginoso aumento de los casos en España no está generando un “estrés” sobre el sistema sanitario, si bien en los puntos donde la incidencia es mayor, como en determinados puntos de Aragón y Cataluña, si se está empezando a notar un leve aumento de los ingresos.

“Sigue habiendo muy pocos casos hospitalizados y en UCI en comparación con los diagnosticados. En sitios donde hay mayor incidencia empiezan a aumentar los ingresados, pero sin suponer un estrés para los servicios hospitalarios, porque la mitad son asintomáticos y la inmensa mayoría son casos leves y en personas jóvenes" ha precisado este jueves la doctora Sierra.

No obstante, Sanidad reconoce ya con preocupación que la edad de los casos diagnosticados está empezando a aumentar ligeramente: "Aunque es verdad que siguen siendo muy jóvenes los grupos más afectados, estamos comenzado a ver una tendencia hacia edad más avanzada. Esto nos preocupa porque la edad es el factor que más se asocia a la gravedad de la enfermedad. Es uno de los datos que más estamos siguiendo de cerca", ha dicho, revelando que la medida de edad de los casos diagnosticados se sitúa en 45 y lamentando que “el porcentaje de positividad ha pasado del 4%, con grandes oscilaciones entre comunidades autónomas, al 7%”.