Las vacunas nasales despiertan la esperanza científica: ¿Son un camino para cortar la transmisión al coronavirus?

  • La comunidad científica continúa trabajando en nuevos sueros y tratamientos contra la covid y la transmisión del coronavirus

  • La compañía Bharat Biotech, afincada en India, es una de las más avanzadas en el desarrollo de una vacuna nasal

  • Algunos científicos ven con esperanza las vacunas nasales al ir directamente a las mucosas, vía de entrada del virus

La comunidad científica continúa trabajando en nuevas fórmulas de poner freno a una pandemia que todavía no acaba. Cuando son ya más de 5,7 millones de muertes y más de 386 millones de contagios los registrados desde que el coronavirus SARS-CoV-2 entrase en escena, –según datos de la propia Organización Mundial de la Salud–, la lucha por aplacar de una vez por todas a la covid-19 continúa.

Al tiempo en que las autoridades sanitarias inciden en la necesidad de recibir las llamadas dosis de refuerzo ante las señales de que la inmunidad provocada por las vacunas actuales puede disminuir a lo largo del tiempo, los científicos se afanan en desarrollar nuevos sueros y nuevos tratamientos en busca de una vía capaz de cortar también la transmisión del virus, y no solo de frenar los cuadros graves de la covid, lo cual, no obstante, ha resultado trascendental para encarar una nueva fase en la lucha contra la pandemia.

Ejemplo de este afán por encontrar nuevas fórmulas de combate contra el SARS-CoV-2 es el famoso Paxlovid de Pfizer; el primer medicamento antiviral de administración oral recomendado por la UE para tratar la covid-19, para el cual se aguarda a la autorización condicional de comercialización por parte de la Comisión Europea para que empiece a circular ampliamente por el espacio comunitario. También es ejemplo el desarrollo de nuevas vacunas como la española de Hipra, que encara ya su fase III, en la que participarán unos 3.000 voluntarios, o las vacunas nasales en las que algunos investigadores tienen depositada gran esperanza.

Las vacunas nasales, ¿un camino para cortar la transmisión al virus?

La compañía Bharat Biotech, afincada en India, es una de las más avanzadas en el desarrollo de una vacuna nasal, es decir, una vacuna que se rociaría en la nariz en lugar de inyectarse en la sangre.

Su interés científico reside en que, tal y como informa The New York Times, son muchos los que creen que podrían ser la forma más eficaz de prevenir infecciones a largo plazo. Es decir, no solo evitar cuadros graves de la covid, sino también de poner freno al propio coronavirus aplacando los contagios.

Los defensores de esta hipótesis consideran que estas vacunas darían protección exactamente a la mucosa de revestimiento de las vías respiratorias, donde el coronavirus parece afincarse en primera instancia.

En este sentido, el presidente y director general de Bharat Biotech, –compañía que ya tiene su vacuna Covaxin autorizada en distintos países para prevenir la covid–, incide en que, además, estas vacunas nasales traerían numerosas ventajas logísticas, pues evitaría ciertos problemas de escasez y se administrarían más rápidamente, sin necesidad de amplios conocimientos.

“Se pueden aplicar de manera sencilla en campañas de inmunización masiva, y así reducir la transmisión”, asegura Krishna Ella.

Su vacuna, podría ser de hecho la primera de este tipo en ver la luz, si bien, como informa The New York Times, en estos momentos hay una decena de este tipo en desarrollo, algunas de las cuales ya se encuentran también en fase III.

"Son la única manera de eludir de verdad la transmisión de manera a persona"

Quienes están involucrados en ese desarrollo trabajan desde el ideal de que las vacunas nasales llegarían a la mucosa de la nariz, la boca y la garganta con anticuerpos de larga duración, frente a las actuales inyectadas, que producen anticuerpos en la sangre, pocos de los cuales, dicen, llegan a la nariz, vía de entrada del virus.

No podemos seguir escondiendo a las personas vulnerables y reforzándolas por siempre para que sus niveles de anticuerpos se mantengan artificialmente alto

Así lo recoge el citado medio, que señala que esa es la razón por la que estos investigadores señalan que las nasales serían mucho mejores para impedir tanto la infección como la propagación del SARS-CoV-2.

“Son la única manera de eludir de verdad la transmisión de manera a persona”, defiende Jennifer Gommerman, inmunóloga de la Universidad de Toronto, que destaca que “no podemos seguir escondiendo a las personas vulnerables y reforzándolas por siempre para que sus niveles de anticuerpos se mantengan artificialmente alto”.

Reforzando esto, distintos estudios señalan que las vacunas nasales protegen en ratones, hurones, hámsteres y menos contra el SARS-CoV-2, pero aún se trata de trabajos no revisados por pares, que precisan de mayores evidencias.

Este estudio, concretamente, respalda el impacto que podrían tener las vacunas nasales como refuerzo, es decir, sumándose a la inmunidad ya generada previamente con los sueros actuales.

Según Akiko Iwasaki, inmunóloga de la Universidad de Yale que dirigió el citado estudio, las vacunas nasales producen un conjunto especial de anticuerpos llamados IgA, los cuales tienen presencia en nariz y garganta, se desvanecen más lentamente y pueden ser clave, según refiere, para prevenir infecciones.

A este respecto, también cita The New York Times las declaraciones de Michal Tal, una inmunóloga de la Universidad de Stanford involucrada en ese trabajo: “La inmunidad de las mucosas es realmente importante para la protección contra infecciones”, defiende.

De hecho, en este punto destaca que las personas que obtienen inmunidad natural derivada de un contagio tienden a presentar una fuerte inmunidad en las mucosas, al menos durante un tiempo. Ello, dice, podría explicar por qué estos parecían tener ‘mejores resultados’ contra la variante delta respecto a algunos que habían sido vacunados.

No obstante, y para no llevar a equívocos, al mismo tiempo lanza un mensaje claro: hay que buscar ante todo evitar el contagio.

Por eso, señala a las vacunas nasales como una vía para la esperanza.

Las vacunas nasales también tienen numerosas dificultades y dudas por resolver

Con todo, éstas también presentan desventajas y traen grandes complicaciones. Entre ellas, medir los anticuerpos de las mucosas resulta mucho más difícil que hacerlo en la sangre. Además, las cantidades pueden fluctuar considerablemente, y no es casual solo haya una única vacuna nasal aprobada en EEUU para enfermedades respiratorias. Se trata del FluMist, que por otra parte no ha resultado ser eficaz en muchos adultos y, al intentar mejorarla con un adyuvante, provocó graves reacciones adversas en algunas personas.

Por otro lado, otro punto clave reside en que hay numerosas dudas sobre cuánto tiempo podría durar la inmunidad y cómo de potente sería la inducida por una vacuna de este tipo. Esto es, todavía falta evidencia científica y los estudios están muy lejos de los desarrollados alrededor de las vacunas actuales.