El 'secreto' del colegio de Asturias con tres 'catorces' en la EBAU: "Es mejor comprender que memorizar"

Sacar un 14 en las pruebas de la EBAU es algo excepcional y muy difícil de conseguir. Cada año solo lo logran unos pocos elegidos en España. De hecho, en este 2023, hasta este martes sólo habían llegado a la perfección tres estudiantes en todo el territorio nacional (con las notas ya conocidas en la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón, La Rioja, Navarra, País Vasco, Galicia, Región de Murcia, Extremadura y Canarias). Por eso, lo del Colegio Corazón de María de Gijón es tan impresionante. Tres de sus alumnos han obtenido un 14, la máxima nota. Son Iyán López, Paula Rodríguez y Jorge de la Mano. Este único centro reúne, por tanto, al mismo número de estudiantes con la mejor calificación posible que las once comunidades autónomas que ya habían hecho públicas sus listas.

¿Cómo es posible que un mismo centro reúna a tres estudiantes tan brillantes?, ¿es casualidad o cuál es su secreto?, ¿qué proyecto educativo hay detrás? En NIUS vamos a intentar responder a estas preguntas hablando con el director del Colegio Corazón de María y con los tres alumnos que han obtenido un 14 en las pruebas de la EBAU.

Cómo es el primer colegio en reunir a tres '14' de la ebau

El Corazón de María de Gijón es un centro concertado que tiene 1.600 estudiantes. Otros años habían logrado "incluso la mejor nota de Asturias, pero lo que acabamos de vivir es excepcional", explica a NIUS Simón Cortina Hevia, director del colegio desde hace 12 años. Cuando le preguntamos por el 'secreto' del centro, Cortina contesta lo siguiente: "Más que secreto, hablaría de fórmula. Una fórmula que pasa por el trabajo, el esfuerzo, la responsabilidad y el rigor de los alumnos, de los profesores y de las familias. Si esa sinergia funciona, se pueden lograr los objetivos".

Pero eso, ¿cómo se traslada al día a día en una clase? Pues el director apunta a la renovación pedagógica que el centro ha afrontado en los últimos años. Y que se centra en aprender y comprender, más que en memorizar. "Hemos incorporado las metodologías activas de aprendizaje. Aquellas que buscan que el alumno se convierta en el auténtico protagonista del proceso de enseñanza. Eso supone un cambio del rol del profesor. Las clases magistrales se mantienen, los docentes tienen que seguir explicando las materias. Pero esa fórmula de explico, el alumno estudia, hace ejercicios y se examina, tiene que estar en revisión. Solo eso ya no vale. Esto exige más también por parte del alumno. Un alumno no tiene que ser tan pasivo como antes. Aquí buscamos que puedan comprender más que memorizar. Preferimos que aprendan, que comprendan las cosas en lugar de soltar lo memorizado", cuenta Simón Cortina.

La implicación de los profesores

Iyán López, uno de los tres estudiantes que ha sacado un 14, cree que una de las claves ha sido la implicación de los profesores. Y se deshace en elogios con ellos. "Por ejemplo Rosa, la profesora de Lengua y Literatura, nos mandaba por las tarde correcciones de sintaxis para que pudiésemos repasar... También Yoli, la profesora de Economía de la Empresa, quedó con nosotros en el cole el día antes del examen y estuvo dos horas y media dándole vueltas al temario. Lo mismo que Cristina, mi profesora de Historia de España. Todos los profesores, la verdad, se han volcado con nosotros y se han implicado mucho desde un principio".

Paula Rodríguez, otra de las alumnas con un 14, destaca que el "secreto" del centro es que "se preocupan mucho de la situación de cada alumno, de forma individualizada, para que cada uno consiga sacar el máximo y lo mejor de sí mismo".

El tercer estudiante con la máxima nota, Jorge de la Mano, también subraya "la unión que hay en el cole", también entre alumnos y profesores. "Siempre están muy atentos a nuestras dudas y problemas. Además, el proyecto del cole está muy bien y que se centra en que aprendas de verdad y que no solo memorices para el examen".

Y por supuesto, alumnos "excepcionales"

Pero el éxito del centro no habría sido posible sin la "excepcional valía" de los estudiantes. Iyán, un apasionado de la danza y del teatro que quiere ser juez. O Jorge, un amante del deporte que juega en el equipo de balonmano del colegio y que va a estudiar un doble grado de Ingeniería Civil y Recursos Mineros y Energéticos. O Paula, la joven brillante que ha optado por Medicina.

"Nosotros somos los primeros sorprendido, pero no por la capacidad de los estudiantes, sino por la dificultad de sacar un 10 en todos los exámenes. Los resultados están en correspondencia con lo que ha sido el bachillerato. Han sido alumnos brillantes y lo han demostrado también en esta prueba externa", explica con orgullo el director del colegio. "Es un grupo extraordinario. Sabíamos que era una promoción muy buena desde un punto de vista académico y humano. Son alumnos que se exigen mucho a sí mismos y que se han esforzado muchísimo".

Iyán destaca también la camaradería que hay entre los alumnos de esta promoción. "Entre todos nos animábamos y nos apoyábamos mucho y hemos estado muy unidos. En nuestro colegio llevamos todos juntos desde los tres años. Estamos muy unidos y nuestra generación, más. Tenemos un sentido de unión y de piña entre todos muy grande".