De dónde viene la costumbre de contar ovejas para dormir

  • Contar ovejas ha sido y sigue siendo una técnica útil para muchas personas con problemas para conciliar el sueño

  • En NIUS te explicamos el origen de este 'ejercicio' mental que consiste en contar ovejas hasta conseguir dormirse

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Dormir bien y las horas recomendadas por los expertos es fundamental para tener un buen funcionamiento corporal y mental. De hecho, algunos estudios señalan que una buena rutina de sueño disminuye el estrés y mejora el estado de ánimo.

Sin embargo, hay quienes tienen dificultad para dormirse o incluso sufren de insomnio, un trastorno de sueño considerado por algunos médicos como “la epidemia silenciosa que le roba el sueño a siete millones de españoles”.

Si eres de los que se tumba en la cama y da vueltas y vueltas sin conseguir dormirse, seguro que alguna vez, alguien, ya sea un familiar o un amigo cercano, te habrá dado el consejo de “contar ovejas”. Un ejercicio mental que consiste en imaginarse varias ovejas y contarlas a medida que saltan una valla. Pero, ¿qué origen tiene esta técnica tan común que, en principio, ayuda a conciliar el sueño?

El origen: un cuento

Esta ‘costumbre’, que sin duda alguna forma parte de la cultura popular, se ha utilizado mucho, sobre todo hace unos años, cuando no existían aplicaciones u otros elementos que ayudaban a dormir. Pero, ¿de dónde viene esta expresión?

El escritor y bloguero catalán Alfred López, quien se dedica a indagar historias curiosas y divulgarlas, ha explicado que aunque el origen de esta tradición o técnica no está del todo clara, “sí que hay varias fuentes que marcan el origen en un antiguo cuento”. 

En el libro ‘Disciplica clericalis’, escrito por el judío Pedro Alfonso de Huesca, se recopilaban muchas historias. Entre ellas, la de un rey que tiene en su corte a un fabulador, quien se inventa cada noche varios relatos para que el monarca, con problemas de sueño, consiga dormir y conciliar el sueño. Para ello, se inventa cada vez historias más largas, como la de un aldeano que compra dos mil ovejas, las cuales tiene que llevar de vuelta a casa, teniendo que atravesar un río de una en una. Ahora bien, para asegurarse de que habían pasado todas, el pastor iba contándolas.

Una historia que al no tener fin se convertía en una técnica infalible para dormir al monarca. Porque concentrarse en un acto repetitivo de contar, así como imaginar y visualizar algo como estos animales saltando una cerca, según expertos, hace que la mente se despeje, se relaje y por consecuencia facilita el sueño.