Abre la conferencia que quiere marcar la "hora cero" de triunfo sobre el sida

AGENCIA EFE 18/07/2010 00:00

"Una generación sin sida está al alcance de la mano", afirmó optimista el director de Onusida, Michel Sidibé, en la inauguración de la cita que reunirá a 25.000 expertos, activistas y afectados.

Un optimismo que el responsable del programa de la ONU contra el sida justificó en la reducción de infecciones, de hasta el 17 por ciento, registrado desde 2001 y en el aumento de personas con acceso a tratamientos.

Pero pese a esos avances, Sidibé recordó que la enfermedad aún no está batida y que millones de personas sufren aún las consecuencias de un mal que ha acabado ya con la vida de 25 millones de personas.

Por eso, advirtió de que no se puede bajar la guardia y denunció retrocesos en los programas de prevención y los ataques a que algunos gobiernos someten a los grupos de riesgo, como drogadictos, homosexuales y prostitutas.

"En Viena estamos en un momento decisivo. Millones de personas morirán si seguimos ofreciendo sólo una embrollada mezcla de servicios descoordinados, faltos de fondos e infrautilizados", anotó el experto maliense.

"Esta es nuestra hora cero", retó el funcionario, quien insistió en que el objetivo de vencer el VIH no puede andarse con medias tintas: cero nuevas infecciones, cero discriminación, cero muertes debido al sida han de ser la meta irrenunciable.

En esa batalla, Sidibé habló de cuatro pilares esenciales. Una revolución de la prevención que rompa la cadena de contagio. Nuevos modelos de tratamiento, más económicos y eficaces, que permitan ahorrar dinero y hacerlo llegar a más personas.

Acabar con la discriminación es el tercer eje de esta estrategia mencionado por Sidibé, quien denunció que "esta epidemia está avivada por el estigma y las leyes punitivas, y no dejará de quemar hasta que la reducción del daño y los programas de sustitución de drogas se desarrollen".

Por último, el responsable de la ONU subrayó como esencial la igualdad de género que dé a las mujeres "los derechos, la capacidad y el poder de gestionar su propia sexualidad".

Entre los obstáculos en ese camino hacia la derrota del sida, Sidibé se refirió a la reducción de la inversión y, en concreto, a como los países más ricos del mundo, el llamado G-8, ha olvidado sus promesas y "dejó colgadas las esperanzas de millones de personas".

En esa misma línea, el presidente de la conferencia, Julio Montaner, criticó que los líderes del mundo "no tuvieron absolutamente ningún problema para encontrar dinero para salvar a sus amiguetes en las grandes empresas y a los codiciosos banqueros de Wall Street".

"Pero cuando se trata de la sanidad global, entonces sus bolsillos siempre están vacíos", agregó el experto de origen argentino entre los acalorados aplausos de los asistentes.

"Seamos claros. Es sólo una cuestión de prioridades, y sus prioridades deben cambiar. Por eso, nuestro principal objetivo aquí debe ser asegurar que el sida siga en su agenda", sentenció.

Montaner, presidente de la Sociedad Internacional del SIDA, insistió en que ya se dispone de las herramientas para poner coto a la enfermedad, y denunció que el problema es de falta de voluntad política.

Respecto a la necesidad de lograr el acceso universal al tratamiento, Montaner recordó que los últimos estudios demuestran que el tratamiento no sólo salva y mejora las vidas de los infectados, sino que reduce los riesgos de contagio.

"Dejemos que Viena sea el inicio de una era diferente", pidió.

Antonio Sánchez Solís