Dichas prácticas se llevan a cabo a través de llamadas telefónicas (principalmente a personas mayores o discapacitadas), a quienes ofertan técnicas de magnetoterapia para el tratamiento de múltiples patologías. Estas van desde lesiones o enfermedades agudas a beneficios de mejora del rendimiento físico o intelectual, o incluso para la eliminación de arrugas.
En muchos casos presentan la magnetoterapia como recomendada por el Ministerio de Sanidad por carecer de los efectos perjudiciales de los medicamentos.
Las personas que, posteriormente acuden al domicilio y realizan las demostraciones no tienen cualificación sanitaria.
Desde el Ministerio de Sanidad quieren dejar constancia de que los aparatos de magnetoterapia, cuando se indican para el tratamiento de enfermedades o lesiones, tienen la consideración de productos sanitarios. Y estos se encuentran sometidos a lo dispuesto por el Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre.
Dichos aparatos deben llevar el marcado CE en su etiquetado e instrucciones de uso, acompañado de un número de cuatro dígitos que identifica al organismo notificado que ha intervenido en su evaluación.
Además, y muy importante, el uso de la magnetoterapia debe ser valorada en el marco de un tratamiento médico por un médico especialista en la enfermedad concreta de que se trate.
Aclaración : Retiramos la imagen que acompañaba a esta información porque no correspondía al producto del que se habla en esta noticia.