Las víctimas mortales - 11 mujeres y 4 hombres - se registraron en la capital mexicana (11), el colindante Estado de México (2), el sureño estado de Oaxaca (1), y el central de Tlaxcala (1).
Antes de confirmarse la nueva muerte, el secretario mexicano de Salud, José Ángel Córdova, había asegurado que las autoridades sanitarias investigan 130 expedientes de fallecimientos de los que se sospecha que pudieran estar relacionadas con el virus AH1N1.
Córdova dijo en una rueda de prensa que hay signos "alentadores", aunque advirtió de que eso no quiere decir que "el virus no esté circulando".
Basó este moderado optimismo en que ha bajado en diez días el número de ingresos a hospitales del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), el principal organismo que está atendiendo esta contingencia.
El pasado 20 de abril, tres días antes de que las autoridades emitieran la alerta sanitaria, ingresaron 212 pacientes con sospechas y hoy 46, detalló.
El funcionario destacó la labor de las caravanas de salud que están recorriendo las zonas más afectadas para detectar a personas que presentan síntomas, de forma que sean atendidas con oportunidad para evitar nuevos decesos.
Explicó que se han visitado 77 hogares de los pacientes fallecidos bajo la sospecha de que el virus hubiese sido la causa de la muerte.
Esas visitas se realizaron en casas de la capital, los estados centrales de México y Aguascalientes, los sureños Oaxaca y Guerrero y los norteños de Nuevo León y Tamaulipas, estos dos últimos fronterizos con Estados Unidos.
De todas ellas, sólo se encontraron dos casos que "dieron positivo de influenza A" y están siendo tratados en el Estado de México.
Córdova aseguró que el Gobierno está utilizando un fondo de 1.670 millones de pesos (128 millones de dólares) para comprar maquinas de diagnósticos de presencia del virus y medicinas antivirales.