"Cada Gobierno asume lo que le corresponde y debe hacer su trabajo, la manera de avanzar es dialogar y sentarse a buscar los mecanismos que permitan resolver la huelga de hambre", precisó Bachelet, en declaraciones a radio Cooperativa.
Desde este martes son 35 los presos mapuches en ayuno, tras sumarse un comunero recluido en la cárcel de Angol, en la región de La Araucanía.
En tanto, otros dos presos a los que un tribunal de garantía de la ciudad de Temuco les otorgó la libertad provisional bajo fianza, anunciaron que seguirán el ayuno aunque hayan sido excarcelados.
Los mapuches, que se consideran presos políticos y están involucrados en delitos enmarcados en reclamaciones de tierras, exigen que no se aplique en sus casos la ley antiterrorista ni ser sometidos a un doble juicio, en tribunales civiles y militares.
El Congreso tramita actualmente dos proyectos enviados por el Gobierno para reformar ambas normativas, lo que podría favorecer a los mapuches presos, mientras el arzobispo católico de Concepción, Ricardo Ezzati, accedió este martes a facilitar un diálogo entre las partes.
La ex presidenta Bachelet, designada ayer responsable de la nueva Agencia de la mujer de las Naciones Unidas, recordó hoy que en 2006, primer año de su gobierno, presentó un proyecto para modificar la ley antiterrorista que fracasó debido al rechazo de la derecha, hoy en el gobierno.
Bachelet también elogió al arzobispo Ezzati y señaló que "es un hombre de grandes condiciones, pero frente a este tipo de situaciones tan compleja como la huelga de hambre todos tenemos que poder lo mejor de lo nuestro".
En tanto, en declaraciones a la misma emisora, Ezzati consideró "urgente" instalar cuanto antes una mesa de diálogo entre las partes, "que permita terminar cuanto antes con la huelga de hambre".
"Corresponde al gobierno poner sobre la mesa los temas que le interesan y a los comuneros poner sus demandas", dijo Ezzati, que reiteró la urgencia del diálogo y que la huelga termine, antes de que el deterioro físico de los mapuche se agrave.