Los hechos sucedieron la semana pasada. Tras unos días ausente los padres de la joven denunciaron su desaparición. La policía se puso a investigar y comenzó por el círculo más cercano a la chica pero no pudieron dar con su pareja porque se había marchado de España hacia Rumanía. Allí habría sido detenido por la policía del país por otra causa pendiente. En ese periodo de tiempo, las informaciones de la investigación abierta por los Mossos habrían llegado hasta las autoridades rumanas, que al pedir explicaciones al hombre habrían obtenido su confesión.
El presunto autor del crimen habría explicado a los agentes que mató a la mujer con un arma blanca en su piso de Pineda. Acto seguido se deshizo del cuerpo en un contendor cercano.
Desde ese momento la policía catalana centró la investigación en encontrar pruebas. Se hallaron restos de sangre en el piso y en los contenedores. Ahora se ha dado la orden a la planta incineradora de Mataró, que aglutina toda la basura de la comarca, de que no queme más residuos mientras los agentes buscan a la chica entre una montaña desperdicios.
El juzgado que instruye el caso ha decretado el secreto de sumario.