La red falsificaba la documentación y los bastidores de los vehículos robados y después los introducía en el mercado con la ayuda de empresas dedicadas a la compraventa de vehículos y de un grupo de porteros de discotecas que captaban a los clientes, según ha informado hoy el instituto armado en un comunicado.
Una vez obtenida la documentación necesaria para la legalización de los vehículos que simulaba su importación, eran vendidos en España y otros países, y posteriormente los integrantes de la red los denunciaban como robados para cobrar el seguro.
Las investigaciones se iniciaron a raíz de informaciones recibidas y de los análisis de la documentación intervenida a otros grupos desmantelados en operaciones desarrolladas en la Costa del Sol.
La organización, con el apoyo de un grupo de porteros de discotecas y de propietarios de locales de copas de la provincia de Málaga, contactaba con "personas del mundo de la noche" para ofrecerles vehículos de alta gama.
Cuando los clientes les encargaban un vehículo, la red lo sustraía con arreglo a la marca y modelo solicitado.
Posteriormente, los vehículos eran trasladados a almacenes o garajes para falsificar las matrículas o cambiarles los números de bastidores, con la colaboración empresas dedicadas a la compraventa de vehículos, que les entregaban matrículas y documentación de vehículos de idénticas características a los sustraídos.
Los vehículos eran declarados como siniestrados, después de haberlos incendiado, para cobrar las indemnizaciones del seguro, o se vendían a otros países y se denunciaba posteriormente su robo, con lo que la red conseguía un doble beneficio por la venta del vehículo y por el cobro de la indemnización.
En la operación se han llevado a cabo cuatro registros domiciliarios en la provincia de Málaga en los que se han intervenido diez vehículos valorados en un millón de euros preparados para ser distribuidos en el mercado, documentación falsificada, material electrónico para el robo y pegatinas con números de bastidor doblados.
También se han embargado inmuebles valorados en 15 millones de euros y de ocho empresas con más de medio millar de vehículos de lujo por valor de unos 10 millones de euros.
En el transcurso de la operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos (Málaga), se han podido esclarecer hasta la fecha más de setenta delitos.
Los detenidos e imputados están acusados de los delitos de asociación ilícita, falsificación de documentos y delitos contra la propiedad.