El rastro del temporal, que ha azotado Cataluña con rachas superiores a los cien kilómetros por hora en la mayoría de comarcas, era aún visible este domingo en las calles de muchos pueblos y ciudades, con árboles caídos, farolas, motocicletas y carteles volcados y cornisas desprendidas. Los equipos de limpieza se han afanado en retirar de aceras y carreteras los árboles y demás elementos que entorpecían el paso y la circulación.
La normalidad, no obstante, aún no se ha recuperado ni en el servicio ferroviario ni en el eléctrico, ya que aún permanecen más de 40.000 abonados sin suministro, según Fecsa-Endesa. La compañía ha activado todos sus equipos de emergencia para resolver con la máxima celeridad posible los efectos "devastadores" del temporal, que en Cataluña ha llegado a dejar a más de 200.000 abonados sin luz. La afectación en el suministro es actualmente de unos setenta municipios, concentrados en la Cerdanya, el Baix Llobregat y las comarcas de Tarragona.
En cuanto al transporte ferroviario, varios servicios de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) continúan interrumpidos o alterados a consecuencia del temporal como es el caso de las líneas Barcelona-Vallés y Llobregat-Anoia. En la línea del Vallés, el tramo afectado por la caída de árboles a la vía es el de Sant Cugat-Sabadell Rambla, donde el servicio se efectúa por vía única, lo que está provocando algunos retrasos en la circulación.
El servicio entre Sarriá, Sant Cugat y Terrassa ya está normalizado, así como el del funicular de Vallvidrera, según ha informado FGC. En cuanto a la línea Llobregat-Anoia, se ha establecido un servicio alternativo de autobús entre Igualada y Vallbona d'Anoia. La circulación entre Barcelona y Vallbona está normalizada, al igual que entre Barcelona y Manresa-Alta, aunque se registran algunos retrasos. Por el momento tampoco funciona el aéreo de Olesa-Esparraguera, donde se ha habilitado un servicio sustitutorio por carretera, ni el funicular de Gelida, interrumpido por falta de suministro eléctrico.
Desactivada la fase de emergencia
El departamento de Interior ha pasado hoy el plan Procicat de la fase de emergencia a la de alerta, una vez el concluido el temporal, aunque ha advertido de que mañana por la tarde llegará un nuevo vendaval a Cataluña que podrá soplar con rachas de viento de entre 90 y 100 kilómetros por hora.
La Generalitat activó a las 12.33 horas del sábado la fase de emergencia de este plan debido a la gravedad del temporal, que estaba provocando múltiples problemas en toda la comunidad. El conseller de Interior, Joan Saura, ha explicado, tras la reunión del consejo asesor del plan Procicat, que la mejora de las condiciones meteorológicas permite dar por finalizada la situación de riesgo por fuertes vientos.
El Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC), no obstante, ya ha advertido de que a partir de mañana por la tarde llegará a Cataluña un nuevo vendaval que afectará a las comarcas del litoral y prelitoral, desde Barcelona hasta las Tierras del Ebro, así como en el Alt EmpordÓ, en Girona.Saura ha subrayado que este nuevo episodio de viento no será de la magnitud de este último, aunque obligará a estar en alerta, ya que se prevén vientos de entre 90 y 100 kilómetros por hora.
Es por ello por lo que el consejo asesor del plan Procicat se volverá a reunir mañana para evaluar más detalladamente el nuevo frente que llega a Cataluña y la eventual necesidad de volver a activar la emergencia.
KOD