El conocido parque, lugar de recreo por excelencia para los neoyorquinos y visita obligada para los turistas que recibe la Gran Manzana, es un lugar menos seguro de lo que era, a juzgar por las cifras que indican que, en lo que va de año, los delitos allí cometidos han aumentado el 52,4% respecto a 2009.
Según los datos más recientes de criminalidad que maneja la Policía de Nueva York, esa cifra está muy por encima del aumento que han experimentado algunas de las zonas más peligrosas de la ciudad, debido sobre todo al auge en el número de los robos y los atracos que han sufrido los visitantes del parque.
El enorme espacio verde ha visto cómo en los primeros siete meses del año se han llevado a cabo 64 actos de violencia o robo en sus terrenos, frente a los 42 que se contabilizaron en el mismo período de 2009 y una cifra en la que, según el diario, tienen un peso especial los correspondientes a delitos de hurto mayor.
Ésos casi se han doblado en comparación con el año anterior, ya que se ha pasado de 22 a 42 casos, y los atracos han aumentado el 23% y se han quedado en 23, mientras que las detenciones realizadas por la Policía se han incrementado el 3,8%.
"El índice de criminalidad en Central Park es históricamente bajo, por lo que cualquier aumento produce unos incrementos porcentuales mayores que los que se registran en lugares más peligrosos de la ciudad", explicó al New York Post el portavoz de la Policía neoyorquina, Paul Browne.
Ante el aumento de la delincuencia, las fuerzas de seguridad han reforzado su presencia en zonas de Central Park donde antes hubiera sido anecdótica, según aseguró al mismo diario el presidente de la asociación NYC Park Advocates, Geoffrey Croft, quien agradeció "el aumento de la presencia de agentes uniformados" como medida para disuadir a los delincuentes.
Entre los numerosos robos que se han producido en el parque en lo que va de año, destacan los sucesos en los que se sustraen teléfonos, ordenadores o reproductores de música a los transeúntes, así como carteras y bolsos, pero también se han producido varios atracos a los vendedores ambulantes que trabajan en el parque.
Entre los últimos, destaca el caso de un joven de 17 años que fue detenido esta semana después de atracar a varias personas utilizando un arma falsa y que, en su último robo, se llevó una bicicleta, una cartera y el teléfono de un transeúnte que se encontraba tras el Museo Metropolitano de Arte.